Con dramaturgia de Adriana Tursi y dirección general de Laura Montes de Oca, Los cómicos peregrinos explora las pasiones y desventuras de una compañía de actores nómadas perdidos en la pampa desértica.

por Cristian Franco



Resumir el argumento de la obra es relativamente fácil: hacia fines del siglo XVIII, cuando la destartalada carreta en la que viajan sufre un accidente, un grupo de mustios pero ambiciosos cómicos de la legua quedan varados en medio de la pampa hostil y vacía. Obligados a punta de pistola por el guardia que los escolta, llevarán a cabo —temerosos y astutos, hábiles y desconcertados— la representación de su acto principal: los Misterios medievales de la virgen y el pastor.
Fácil.
Ahora lo difícil: traspasar esa primera aproximación superficial y hablar de una obra que se sostiene en una complejidad secreta y sutil. Porque detrás de su fachada grotesca, de su humor leve, por momentos casi infantil, Los cómicos peregrinos nos ofrece una conmovedora y terrible fábula acerca de seres humanos frágiles y desorientados enfrentándose a una situación límite, definitiva.
Como toda buena apuesta teatral, la obra se abre a múltiples interpretaciones. De entre las muchas lecturas posibles, elijo, para dar una idea del efecto que me produjo, equiparar Los cómicos peregrinos a los absurdos y siniestros aparatos narrativos de Kafka. Creo que en la obra se entreveran varios ingredientes de eso que solemos denominar lo kafkiano: hay el encierro en ese laberinto sin paredes que es para los viajantes la pampa infernal, un desierto verde, infinito, inhumano; hay también la autoridad arbitraria e inapelable del guardia, sus designios incomprensibles, su violencia estúpida; pero sobre todo hay esa absurda esperanza que los actores-viajeros ponen en su travesía hacia un destino inalcanzable, tal vez inexistente: esa marcha inútil —pero heroica— signada por la periódica repetición de un acto que es para ellos su único momento de esplendor.
Y  dando unidad a esas  sustancias kafkianas, delicadamente entretejido en ellas, está el eje que estructura la obra de principio a fin: la ficción como precario medio de supervivencia. No un mero recurso para la evasión, sino una forma extrema de habitar una realidad enemiga para no dejarse devorar. Encallados en el calor y la nada de la pampa, los actores deben sobrevivir recurriendo a lo que mejor saben hacer, lo único que saben hacer: montar la ficción de los Misterios medievales —aggiornados al ambiente pampeano— con lo poco que les queda. Y por eso, entre la labor de aquellas humildes compañías errantes y el delicado trabajo escénico del grupo que ha llevado a cabo esta puesta, podemos pensar que hay una estrategia en común: en la pampa desolada de hace doscientos años y en la escena independiente actual la eficaz utilización de recursos dramáticos mínimos es fundamental.
Es ahí donde se pone de manifiesto la profundidad del trabajo integral del grupo El abrojo: el procedimiento de la puesta en abismo (la escena dentro de la escena, los actores interpretando a actores) requiere de incesantes desdoblamientos del espacio, de los cuerpos, de las voces; la obra se construye —explotando con suma inteligencia mínimos recursos— mediante el cruce fluido de dos lenguajes y dos gestualidades que se entrelazan y se contaminan mutuamente en esos actores maltrechos encarnando La Fe, La Gracia, El Destino. Y nosotros, como espectadores a la segunda potencia, asistimos al agitado detrás de escena, a las oscilaciones y tensiones ocultas de una representación que se lleva a cabo para un único y despótico guardia-espectador.
Parecería que no hay más que eso, y es suficiente; porque así, ágil y exacta, con esa compleja y descarnada sencillez de los mejores relatos de Kafka, Los cómicos peregrinos nos habla conmovedoramente del patético y absurdo y maravilloso destino de los seres humanos de todo tiempo, de cualquier lugar.


[Ficha técnico-artística] 

Dramaturgia: Adriana Tursi
Dirección general: Laura Montes de Oca
Elenco: Nerio Tello – Hugo Mouján – María Núñez Casal – Natalia Villar – Luciana Bava – Laura Montes de Oca – Luisina Fernández Scotto – Facundo Adamo
Asistente de dirección: Federico Bramati
Música original: Sebastian Zanetto
Escenografía y vestuario: Mónica Lazatti
Operador de luces: Mariano Retorta
Fotografía y diseño: Hugo Mouján
Prensa: Thelma Demarchi


[Funciones]

Domingo – 19:00hs.
Sarandí 760
Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina
Teléfono: 4308-3353
Entrada Gral. $40 (descuento para jubilados y estudiantes)


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