Internet, erotismo, feminismo, -y expropiación-, entrevista a Rafaela Correa Marjak, la artista visual detrás de los gifs de Porno Rosa. 

 por Mora Vitali




“El mercado del arte quiere porno, pero no lo quiere cuando viene del feminismo.”
Paul B. Preciado


El trabajo de RCM genera cosas. Tiene un efecto ambiguo sobre su público, que tanto compra copias en marcos para poner en su casa, como esconde el celular cuando sus animaciones aparecen de sorpresa en instagram, y les complican la distracción del viaje en colectivo. Sus animaciones eróticas se ubican entre las producciones que Preciado considera un área sensible, que la historiografía del arte ignora desde hace demasiado tiempo: no solo es una producción femenina y feminista, sino que desafía los cánones de formato y distribución tradicionales del arte. En vez de una pieza estática para ser disfrutada en el museo nos vamos a encontrar con una colección de imágenes en movimiento que nacen y viven para internet, planeadas para dispositivos personales, para una interacción uno a uno con su público. Una obra creada tras el nombre y el concepto de Porno Rosa.

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¿Cómo surge la idea de Porno Rosa?

Porno Rosa surgió muy de casualidad. Hace años yo sentía que tenía que sacar algo de adentro de alguna manera, tardé mucho en descubrir por qué lado. Sabía que quería hacer algo audiovisual pero no sabía en qué formato. Hace dos años empecé a trabajar en animación sin un propósito en particular, y de golpe caí en el Tumblr de un amigo que estaba lleno de gifs eróticos, que era un formato que desconocía pero me parecía muy interesante y los empecé a descargar. Ese dia hice mi primer animación erótica, y me gustó. Lo seguí y empecé a pensar un nombre.

El concepto alrededor de Porno Rosa se fue armando después, como su trasfondo feminista. La cuestión del rosa como lo femenino, el concepto del rosa como negativo, algo delicado y naif, que el feminismo propone expropiar y decir que si es “nuestro color”, entonces es un color fuerte por muchos motivos. También tiene mucho que ver con el erotismo y la sexualidad, el rosa es de la vulva, los labios, la boca, el pene.

La idea de sacarle el tabú al porno sobre todo siendo mujeres, porque hasta el dia de hoy es común pensar que las mujeres no ven porno, pero como lo mío son dibujos que dentro de todo tienen un tipo de línea muy naif, entonces, ‘no veo porno pero veo estos dibujos que está todo bien’. Es aceptado socialmente.

Esas fueron las puntas que hicieron que el proceso perdure, no el dibujo por sí mismo, que por ahí era una experimentación.




Es interesante problematizar que, siendo la figura femenina tan central en la pornografía, la producción de imágenes eróticas se asocie exclusivamente con artistas masculinos. Una mezcla de expectativas que combina el decoro y la intelectualización termina opacando producciones con contenido teórico elaborado, que aparecen en un limbo por poseer una carga sexual que excede la esperada. ¿Cómo es la recepción de tu trabajo?

Al principio lo subí a mi facebook y ahí quedó. La recepción es extraña, siempre fue muy positiva, pero de pronto me escribían contactos masculinos de facebook que no me hablaban antes, y enseguida empezaba el lance de ‘che, sos vos la de los dibujos?’, el lance por hacer algo erótico fue parte de la recepción de los conocidos. Va de la mano con mi ideología, el mostrar lo que yo estaba pensando.

Después armé un instagram con mucha recepción, que generó que mucha gente que no me conoce empiece a conocer lo que hago, y me paso lo mismo. Me escriben y sin decir ni hola mandan desnudos. Existe la idea de que como haces algo erótico sos una persona supermegasexualizada. Parte de la lucha feminista es deconstruir esa idea de que por ser mujer y artista erótica el hombre puede hacer lo que quiera porque cree que le diste pie, y no es así.

Lo que hago tiene algo muy femenino en el trazo, y si bien realmente podría estar hecho por cualquiera, la percepción inicial de la gente es que está hecho por una mujer. Me escribían y me mandaban desnudos, yo contestaba, y de pronto me decían ‘¿cómo te llamas? ¿Sos hombre o mujer?’. Si yo respondía “me llamo Carlos”, instantáneamente se cortaba. Todos hombres heteros buscando una aprobación femenina. Nunca eran los mismos que me decían ‘me gusta lo que haces’ que los que mandaban la foto en pija.

Preciado plantea que las piezas eróticas con alto contenido teórico de fondo reclaman nuevas categorías, como la de pospornografia, para obtener una visibilidad que abarque su aspecto conceptual tanto como su erotismo, y el rol creador de las mujeres en ellas. Estas nuevas categorías también abren la puerta a que técnicas que no provienen del arte clásico se infiltren en estos espacios. Hablando de la animación como técnica, ¿cómo te posicionas respecto a qué es arte? ¿Cómo funciona internet como plataforma para tu trabajo?

Yo justo estoy en un momento particular, empecé a ver estos temas. Nunca me autodenominé artista. Ahora siento que es momento de plantearme si soy o no soy artista, qué hago y qué no hago. Con el arte digital es un momento complicado, es muy amplio. Mientras que lo que yo hago cae en la esfera del dibujo.

Yo creo que si lo que yo hago se puede considerar arte es por el trasfondo que tiene detrás. Las animaciones que hice antes porque quería hacer un videoclip, no sé si las considero arte. Para mí el arte tiene que tener un concepto, que en este caso nació con este proyecto en particular, antes no estaba. Parte de la diferencia entre lo porno y lo erótico, es algo que vengo pensando. Depende de quien sea mi interlocutor si lo que hago es ‘animacion erotica’ o ‘porno animado’, si bien para mi es mas erotico que porno porque tiene una sutileza, y no es tan explícito ni tan duro. Los planos de la pornografia a veces dejan de ser estéticos, en el afán de mostrar todo pierde sentido.

No es fácil representar la pasión, calentura, o lo que sea que provoca el sexo, en imagenes. No se si se logra. El porno tiene efecto, pero no se si es ese, no se que transmite. Para mi va por el lado de la sutileza, si te doy todo ya paso, la idea es dar el momento previo para que puedas construir algo personal. Entra la intimidad y lo público, no es lo mismo la participación viendo porno en tu pc que viendo una perfo posporno en publico. En tu casa es activa a nivel que te estás tocando, lo otro es más activo en tu mente.

Todo el arte busca una respuesta del otro. El tema erótico es más directo, te punza, te despierta ya sea desprecio o calentura, pero te despierta algo si o si.




La pornografía de alguna manera establece los cánones de lo que es socialmente aceptable, y al hacer esto también establece lo que va a quedar por fuera de ese rango. ¿Cómo gestionas el tema del poder del erotismo al publicar tus trabajos?

Tengo piezas más porno, y otras más sutiles. En facebook dejé de publicar tanto, publicaba lo más suave, besos, una teta. Una situación más tranquila. En instagram pongo cosas más crudas. Me gusta jugar con las stories de instagram porque tienen esa cosa de sorpresa, no sabes que vas a ver. Y lo re pienso. Sé, porque me han contado, que de golpe abren y ven algo porno en un lugar público y les da pudor, y me divierte generar una incomodidad de ser vistos viendo, y de la cierta calentura que genera un dibujito, que no está normalizada. Cuando sos chico es natural enamorarte de un dibujito animado, porque es el consumo cultural. Es algo que se pierde con la adultez, pero nuestra generación está un poco obligada a otro concepto de adultez, a otra flexibilidad en el tiempo.

Cuando yo era chica estaba de moda que los chicos de 12 años se juntaran a ver porno y hacerse la paja, lo cual es una situacion super homoerótica, pero a la vez es todo hetero, no hay un propósito homosexual. Es la intimidad en conjunto, “yo estoy mirando pero no participo con vos”. Lo íntimo en público me divierte, como el abrir la story porno en el colectivo. Es algo privado, pero la gente que tengo alrededor no lo sabe. Pasa mucho con la gente que hace sexting, lo hacen mucho desde el laburo, es algo prohibido que la persona que tiene al lado no lo sabe. La gente adicta al porno también, ve en lugares donde socialmente está prohibido, y es parte del interés.

Varias veces me han escrito preguntándome, casi pidiendo autorización, ‘¿está bien que me calienten tus cosas?’. Son cosas que no busqué, pero me encanta que me las digan, me encanta que les sucedan cosas con lo que hago, pero creo que ellos mismos sienten una especie de pudor, respecto a lo ‘normal’ en lo porno o lo sexual. Hay una búsqueda instintiva de la normalidad, de evitar ser raro.




¿Cuáles son los objetivos actuales de Porno Rosa?

Ver si termino de definir lo que hago. Mi trabajo está muy anclado en la computadora, un formato que me encanta, pero que también (junto al primer concepto del que sale PornoRosa, que es el feminismo), viene atado al found footage de internet, que es algo que me interesa. Veo mucho en tumblr, que es un repositorio gigante. Para mi, y para mucha gente (y para muchos otros NO), lo que está en internet es de todos. Me interesa entonces la idea de tomar algo, reapropiarlo, hacerlo mío, y subirlo de nuevo a internet y decir ‘bueno, hace lo que quieras con esto’. Mientras no lucres con mi laburo y me cites está todo bien. Soy partidaria de que le llegue a la gente a la que le tiene que llegar, más allá de ganar plata. Esto en el arte es polémico.

Mis objetivos son cerrar más el concepto, anclándolo a internet y sus dispositivos, que son un tema generacional con el que quiero jugar, por eso uso el formato proporcional del celular. Por otro lado quiero despegarme de la computadora, pero con la animación siento que pierdo muchísimo poder al salir del formato para el que fue hecha. Proyectada en la pared le faltan un montón de cosas, entonces quiero terminar de cerrar el tema de cómo mostrarlo. Tal vez en 15 años, cuando la realidad aumentada sea popular para todos, mueva mis cosas a ese lado.

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Como dice Preciado, quizás haya llegado la hora de formular una ecología política general de la cultura interesada en re-evaluar la producción, definición y el reciclaje de sus detritus culturales, así como de apostar por una posible revolución de objetos sexuales y masturbadores imbéciles, capaces de convertirse en productores subversivos y usuarios críticos de la pornografía. Apostemos fuerte y podríamos ganar todo un campo de imágenes creadas a conciencia, que puedan transformarnos y hacernos pensar, además de darnos placer visual. Un campo que tome parte de las esferas pública y privada simultáneamente, y que por estar ubicado en el espacio de internet no dependa de los estándares hegemónicos de la comunicación visual.


| Para ver más de Porno Rosa
www.pornorosa.tumblr.com

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