por Romina Zanellato

Muchos de estos perfiles nacieron anónimos en Perfiles anónimos, un blog que comenzó con un fin de documentación que después, con el tiempo, se transformó en un ejercicio de escritura. Ahora, EscriturasIndie me convocó para retomar la escritura de los perfiles pero esta vez sobre artistas que me interesan y hacer su identidad manifiesta. Estas son.


Las personas nos apoderamos de las palabras y las reconvertimos en otra cosa, las transformamos en una obsesión desconocida hasta de nosotros mismos. Lo incierto, para Marina, tal vez sea su pulsión. Hay algo que la lleva a meterse hasta el fondo, con todo, en eso que la atrae y no sabe bien qué es. No hay prudencia, no hay puntas de pie, hay decisión originada por un presentimiento. ¿Un antes del sentimiento? Algo, tal vez, del orden de la inconsciencia. Otra vez, lo incierto.

Incierto es un adjetivo que en el diccionario se reconoce como algo negativo a lo desconocido. Es raro cómo a veces el vocabulario se vence ante las acciones. Todas las hipótesis que pretenden definir o explicar a Marina vuelven siempre hacia lo mismo: una acción incierta. Es decir, a ella le interesan las personas, que son las que hacen o dejan de hacer, o es ella la que suma cartas y forma un piso de casitas y otro piso en la torre de las acciones personales.

Marina no escatima. Hizo un taller literario y otro y otro hasta llegar a unos tres en simultáneo y unos cuantos en total. Desde que descubrió que eso que escribía en su computadora de tapa roja es, al fin de cuentas, literatura. Porque –y esto es una teoría personal- lo que uno hace con demasiada conciencia de sí no trae el mismo disfrute ni tiene lo genuino del arte. Entonces ella escribió y se entregó a la experiencia hasta que conoció a un grupo de escritoras con quienes después de trabajar/pensar juntas varios años formó Máquina de Lavar.

Antes o después, mientras cursaba psicología conoció a un hombre que se transformaría en su amigo con el que se leían eso que escribían casi a escondidas. Magia, o quién sabe qué, pero varios años después siguen leyéndose y publicando en su editorial Pánico el Pánico.

Pero tal vez lo más hermoso haya sido haberse sumado a un proyecto ajeno, un viaje por el norte de Argentina y de Chile en busca de las estrellas. Una obsesión ajena que la conquistó por otro lado: enfrentarse a la aventura de a dos, entrevistar a esas personas que se dedican a observar las luces que están allá arriba, misteriosas, inadvertidas casi para una porteña que tiene el centro de su mundo en Acoyte y Rivadavia. ¿Qué ven? ¿Qué los motiva a estar con la vista en la noche? ¿Estamos solos? ¿Qué pasa con el universo? De ahí salió una respuesta: Lucero. Ella, que tiene nombre de mar, llamó a su hija como la luz de las estrellas, como la belleza de eso incierto que el cielo nos regala. 

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| sobre la autora |
Romina Zanellato ( @romizanellato ) es periodista y trabaja en comunicación digital. Cursa la Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF. Hace muchos blogs.
 

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