Se entrenó "Divorciadas, Evangélicas y Vegetarianas", una obra que aborda, con un humor grotesco, la temática de la lucha de género y la búsqueda del amor propio. 

Por Lucía Cholakian

En la tarde del domingo pasado se estrenó la obra “Divorciadas, Evangélicas y Vegetarianas” en el teatro Liberarte. Pablo Goldberg brinda una desopilante puesta del famoso texto de Gustavo Ott, reconocido escritor venezolano, que fue un éxito en el Teatro Comercial de España y ahora se presenta por primera vez en la escena off porteña.
La historia nos presenta a Beatriz, una mujer divorciada y frustrada que se dispone a terminar con su existencia en las vías del tren. En ese preciso momento entra a escena Gloria irrumpiendo en la estación, completamente desquiciada por la traición de su novio, hombre casado que disponía de ella a su gusto. Ambas congenian inmediatamente y crean un lazo de complicidad. Beatriz en su angustia y Gloria en su enojo –que oculta inseguridad-, se unen para enfrentar los fantasmas de un pasado amoroso que las atormenta.
A esta historia se suma el personaje de Meche, una fanática evangelista que trabaja de acomodadora en un cine donde se proyectan películas eróticas. La fusión de los tres personajes deriva en un humor absolutamente grotesco, e incluso a veces ácido, en el cual las tres perspectivas tan marcadas confluyen para crear  situaciones bizarras y por momentos extremas. El encuentro de ellas parecería llegar en el momento justo. Las actuaciones de Florencia Jacoby, Milena Lainez y Mariana Tortora están determinadas por una estabilidad admirable, producto de un arduo trabajo e investigación del texto. 
Acompañadas por canciones de los Beatles, Meche, Gloria y Beatriz gritan, lloran y discuten su vida a través de las tres escenas que la obra propone. Sexualidad, dolor, deseos, sueños frustrados y triunfos se hacen presentes de una manera muy femenina: con los sentimientos a flor de piel, desbordados por emociones alocadas y pasionales. Se abordan con mucha certeza temáticas como  la lucha de género: el hombre, omnipotente, se presenta como un personaje invisible, que está presente en el eco de cada diálogo, de cada acción y cada escena. En respuesta a eso surge la desesperación de estas mujeres que sienten claustrofobia de su propio cuerpo. Ellas se amparan en sus amigas, escapando de  un diálogo tormentoso con quienes no las escuchan.
 Gloria, con moretones en los brazos. Meche, condenada a una religión en la que no cree, a la cual pertenecía su marido fallecido. Un eterno matrimonio con un Jesús que parece no corresponderle. Y Beatriz, divorciada de un hombre del cual tuvo que escapar para responder de una vez por todas a sus pulsiones interiores. Sus cuerpos condenados a voluntades que no son las suyas, deciden sublevarse, liberarse al fin de aquel machismo que las agobiaba.
Una puesta muy prolija, respetuosa del texto, con un humor desenfrenado. Esta comedia nos invita a introducirnos en lugares oscuros para después salir y redescubrirlo todo más iluminado. Un programa acertado para un domingo a la tarde.


[Ficha técnico-artística]
Autor: Gustavo Ott
Dirección: Pablo Goldberg.
Elenco: Milena Lainez, Florencia Jacoby y Mariana Tortora.

[Funciones]
Domingos a las 19:30hs.
Teatro: Liberarte Bodega Cultural.
Av. Corrientes  1555, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Reservas: 4375-2341. Costo de entrada: $50.
 

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta obra es muy buena, tuve la oportunidad de ir el domingo 3 de junio al teatro liberarte a verla y realmente las actrices son muy buenas, la puesta en escena es excelente. La pase barbaro!

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