ESPECIERO
Las plantas medicinales en las que confiamos serán reemplazadas
ni melisa manzanilla o cedrón
quedan fuera para cuando el agua hierva y el cuerpo se estabilice
Dentro queremos plantar las semillas que nos prohibieron
de alguna forma dejar que un valle dé sus primeras flores este invierno
aprovechar las texturas de tu blusa cuando se desabotona
aunque te diga que no dejo los lugares como libros sobre el velador
Me senté a ver las montañas hasta aprender el sonido de los pájaros
El tiempo es el único mapa en el cual no podemos poner pie atrás
A baja luz pienso en las cosas que me fuiste nombrando
o en las manchas de pintura que crean animales en la pared
Como dijiste es mejor que no nos preguntemos tanto
Para dormir tenemos todo el cansancio que nos suma la ansiedad
así que deja que recoja estos platos por ti
esto no es una bolsa de hierbas que se hunda hasta calmarnos.
PEQUEÑAS AMPOLLETAS DE COLORES
Hasta que encontramos una voz para decir lo que falta
la palabra es un ticket de ida y vuelta
Es a la máquina a lo que realmente tememos
En Quintay había un puerto ballenero
y las montañas se deshacían cada verano
Tú habrás pensado en cómo silba el viento en los pinares
la tierra sacudida a contrapelo hasta su desgaste
En Quintay una vez entré a una habitación con luces y espejos
que imitaban el cielo donde nací
la pureza de esa imagen no la encuentro en este punto
Nada es posible de ser asegurado en torno a las corrientes que nos envuelven
Bajo el océano se escucha avanzar el canto de las ballenas.
DIMINUTA ESCALA 1:1
Difícil dormir sin esa forma que me dejaste
esa pesca furtiva que hacemos al despertar de improviso
parpadeando como las luces de un árbol de pascua
o es un bosque de linternas en medio del mar
La vi una vez atravesando la línea del ecuador
el barco nos arrastraba a espaldas del viento
tal vez ambos tengamos un amigo dentro nuestro que guarde esos recuerdos
El mío es un niño tímido que juega solo en un jardín
araña la tierra para crear un río falso y siembra cebollas en miniatura
para alimentar a sus soldados
la campaña fue dura y las ramitas de peumo apenas dieron contra la lluvia
el general ha preferido detener todo movimiento
hacer una vida civil en la selva
ese niño los observa deambular con sus capas de agua
escribir cartas frenéticas a sus novias de baúl
Pero cuando esos botes y sus linternas nos rodeaban y las olas los
iban encaramando el mundo se volvió una realidad más vasta y submarina
como cuando ambos soñamos con el otro y nos contamos esas vidas
en la que nuestros cuerpos están vestidos.
De Litoral Central (Audisea, Buenos Aires, 2017)
[Sobre el autor]
Diego Alfaro Palma (Limache, Chile, 1984) publicó los libros de poemas “Litoral Central” (Audisea, 2017), “Tordo” (Ediciones del Dock, 2016 | Editorial Cuneta, 2014) y “Paseantes” (Ed. Temple, 2009), la plaquett “Los sueños de los sueños de Kurosawa” (Cuadro de Tiza, 2017) y el libro-objeto “Bolsas” (Hojas Rudas, 2017). También realizó la antología de la “Poesía reunida de Cecilia Casanova” (Ed. Universidad de Valparaíso, 2014) y reeditó la “Antología de Ezra Pound en Chile” (Universitaria, 2011). Tradujo “El pensamiento zorro”, prosa de Ted Hughes (Limache250, 2013). Sus ensayos han aparecido en “El horroroso Chile. Ensayos sobre las tensiones políticas en la obra de Enrique Lihn” (Alquimia, 2014) y en revistas de Chile y el extranjero. Su libro “Tordo” recibió el Premio Municipal de Santiago en 2015 y está siendo traducido al inglés por el poeta norteamericano Lucian Mattison.
0 comentarios:
Publicar un comentario