[Micro-excursiones] es un cuestionario que va en busca de escritores, con el fin de conocer sus ficciones personales. Es una adaptación, algo transgredida, del cuestionario Proust. Las preguntas son simples e impersonales, pero a la vez pretenden ser un disparador. Es el primer cuestionario en donde las preguntas no importan. El merito y la inventiva corre por cuenta de los escritores.




[Autosemblanza



Niño cristal en los comienzos, algo nerd, pésimo en todo deporte, escolta de la bandera (dos veces abanderado), sufre mutación a partir de los primeros años de juventud y se convierte en un degenerado junkie de la noche electrónica porteña. En una época me  gustaron las putas, la cocaína y el radicalismo. Ahora soy peronista, feminista y escritor. Toco el piano. Soy feliz.



[Micro-excursiones]



1. ¿Qué condiciones se tienen que dar para que empieces a escribir?

Tener algo para decir, algo importante, que me come la cabeza durante semanas hasta que llega un momento en que no puedo esperar más y tengo que sentarme a escribir.



2. ¿Cuál es tu héroe o antihéroe de ficción favorito?

María del Carmen Huerta, la protagonista de Que viva la música.



3. ¿Qué talento desearías tener?

Fútbol. Ojalá tuviera el don de la gambeta, la pegada con tres dedos y el cabezazo. Me conformaría con correr como una persona normal.



4. ¿Cuál es tu posesión más atesorada?

Tengo un bandoneón que apenas sé tocar, pero lo amo. También amo a mi piano. Y los libros; hay libros que son como bebés que uno tiene que vigilar cada tanto.



5. ¿Cuál es para vos la manifestación más clara de la miseria?

Un hijo de papá acaudalado, en chomba y buzo de rugby, ignorando a un limpiavidrios en el semáforo, detrás del polarizado de un Nissan.



6. ¿Cuál es la cualidad que aprecias en los seres humanos?

La capacidad de hacer el bien. De construir, amar, respetar, ayudar. El esfuerzo de ponerse en el lugar del otro.



7. ¿Cuál es habitualmente tu estado mental?

Alegría y torbellino de pensamientos para conquistar el mundo.



8. ¿Cuál es tu idea de felicidad?

Hacer el amor con la mujer que amo, dejarla durmiendo en la cama y prender la computadora y algo para fumar y escribir durante el resto de la noche.


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9. ¿Cuál es tu mayor miedo?

Que se caiga el avión.



10. ¿Cuándo y dónde fuiste más feliz?

Siempre que vuelvo a Comodoro Rivadavia, donde pasé los veranos de mi infancia y fui feliz, logro serlo otra vez. Pero también fui feliz en Buenos Aires, muchas veces, y lo soy ahora mismo mientras contesto estas preguntas y están Los Simpson de fondo, Homero gritando: “Queremos golosinaaaas”.



11. ¿Qué libro que hayas leído te hubiera gustado escribirlo vos?

Eisejuaz, de Sara Gallardo. Siempre que escribo pongo a Eisejuaz como el techo. Nunca podría escribir lo mismo, pero intento que todos mis libros, con sus propias formas, se acerquen a ese techo.



12. ¿Cuál es el peor libro de la última década?

Todos los de Luis Majul, sin dudas.



13. ¿Qué texto (cuento, poema o libro) no volverías a publicar? ¿Por qué?

Publicar es una forma de cerrar etapas, aprender, procesar y crecer como artista. Así que no puedo arrepentirme de ninguno de los textos que publiqué, porque todos sirvieron para dar un paso más hacia adelante.



14. ¿Qué disco te hace sonreír?

A night at the opera, de Queen. Sobre todo “Seaside rendezvous”.



15. Si sufrimos un ataque de Godzila y tenés la oportunidad de salvar de sus garras a una banda o músico, ¿a quién salvarías?

A Thom Yorke, puesto que ya no podemos hacer nada por Freddie Mercury ni por Piazzolla.



16. Si después de muerto volvés convertido en zombie ¿a quién morderías primero?

A Luis Majul.



17. En tu última obra ¿encontraste la palabra justa para decir lo que querías?

Sí, casi que sí. Por lo menos eran justas en ese momento. No quise volver a leer Electrónica desde que salió publicada. Soy muy obsesivo y estoy seguro de que voy a encontrar un montón que ya no deberían estar ahí. Pero estuvieron porque a veces es necesario sacarse de encima algunas palabras. Escribirlas para que ya no molesten. Hasta que no quede lenguaje por decir.



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