Con el título de mi intervención hago referencia al lema del Mayo del 68 “La imaginación al poder”, cuando en Francia los estudiantes y el movimiento obrero se levantaron contra el gobierno del general Charles De Gaulle. Aquel movimiento contestatario lo percibo como uno de los actos más románticos y significativos de los últimos tiempos y, concretamente, del siglo XX. La situación social que nos señalaba entonces Hebert Marcuse, de que la sociedad estaba más obsesionada por el “tener” que por el “ser”, hoy todavía sigue vigente, y de igual modo los ideales que enarbolaron los estudiantes franceses en aquellos días. Ellos pugnaban por un mundo mejor, más justo y a la vez más creativo, y de aquí parto para enlazar al enunciado descriptivo de esta intervención: la imaginación al proceso editorial.

Creo conveniente, para el desarrollo de mi disertación, definir primero qué es lo “Indie”, pues detrás de dicho concepto anglosajón, que deviene de “independent” (en castellano: independiente), reside todo un espíritu contracultural o alternativo que nos enlaza con los ideales de mayo del 68. Lo Indie, en literatura, es lo que se publica de manera independiente y por fuera de las modas establecidas por el mercantilismo, cuando este proceso, tanto creativo como de divulgación, se ve influido por esa forma de presentar de una manera distinta y alternativa la realidad. Aquí, como ven, aparece ese espíritu, esa intención, de ver la realidad desde la perspectiva del “ser” y no del “tener”, el aspecto romántico de la literatura que se desprende del mercantilismo en busca de su esencia crítica. Es la posición del escritor frente a una industria editorial que se asemeja, en su forma, a los poderes fácticos contra los que se alzaron los estudiantes franceses; es la visión literaria de lo alternativo frente al común denominador impuesto por las modas y por las mafias del mundo editorial, por el consumismo y la banalidad que se genera a partir del predominio del “tener”. Soy del convencimiento de que el escritor comprometido no puede hacer la vista a un lado y eludir la crisis que enfrenta la especie humana, más en esta Época Supermoderna surgida después del hundimiento de las utopías y con el subsecuente triunfo del mercantilismo y su banalidad.

En nuestros días pareciese que la figura del intelectual hubiera desaparecido, y cualquier posición crítica hacia el fracaso del modelo se ocultase, precisamente, con el espejismo que nos ofrece la sociedad de consumo, del tanto tienes tanto vales, de la desigualdad y el éxito como sinónimo de fama u ostentación de una posición social privilegiada, o sea, el “tener” en esencia pura. La especie humana no ha solucionado sus problemas históricos de violencia y desigualdad, cuando además pretendemos acabar con la naturaleza en nuestro planeta. Ante esto se hace imprescindible recuperar esa figura del intelectual que disiente, a través de su obra, de la barbarie de una Humanidad que camina hacia la distopía. El escritor, como intelectual, ha de estar inmerso en su tiempo, pero viéndolo desde la distancia y a la vez desde lo más profundo, con la visión crítica y con el sentir de su devenir existencial.

Aquí es donde resurge ese antedicho espíritu de lo alternativo, de la otra visión posible que se enfrenta al absurdo del predominio del “tener”: el escritor del “ser”; y dentro de este rango podemos incluir al escritor de literatura Indie. Es la condición de saberse independiente y libre de las influencias banalizadoras de nuestra sociedad, la actitud de saberse distinto de la masa gris que fue alienada por el poder y su sistema económico consumista.

Ya podemos entrever la figura del escritor que disiente, cuya obra permanece por fuera de las modas y los gustos impuestos por la generalidad del mundo editorial. Entonces, se hace previsible el rechazo por el sistema de una obra que desnuda sus imperfecciones, que se contrapone ideológicamente. Y este escritor sui géneris, que no se desanima en su labor, toma la postura de dar a conocer su obra con los medios al alcance. Así en su tiempo lo hicieron, por ejemplo, aquellos escritores de las vanguardias históricas, como Georges Bataille y Guillaume Apollinaire, que ofrecían su producción literaria en ediciones caseras o de corto tiraje, y pagadas de su propio bolsillo o con la colaboración de sus amigos. Aquí, aparece la imaginación puesta al servicio del “ser”.

Hoy en día los escritores disponen, gracias a la tecnología, de nuevos medios para emprender la aventura de publicar su trabajo, aunque sea, para empezar, en ediciones limitadas o bajo demanda. También de este modo se aprende el proceso editorial en toda su dimensión: el autor escribe la obra, la corrige, maqueta el libro, elige el diseño editorial, imprime y arma los libros, para luego distribuirlos y ponerlos a la venta: Directo del autor al lector.

Ahora, con estos ingredientes, los del escritor alternativo y la producción marginal, se concibe lo que podríamos denominar como Literatura Indie, aunque también es posible, desde esta perspectiva, ser publicado por algún editor independiente que marque la línea, de acuerdo a los contenidos, para significarse ideológicamente hacia el “ser”; y asimismo el escritor crítico, alternativo e independiente, que accede al entramado del mundo editorial para disentir desde dentro del sistema, como bien lo hacen Chuck Palahniuk, David Foster Wallace (que en paz descanse), Dave Eggers, Michel Houellebecq o Irvine Welsh.

Pero a todo lo anterior hay que sumar una circunstancia definitiva: La aparición de Internet y los formatos digitales están transformando, igual que sucedió con la industria musical, el proceso editorial. En el futuro muchos lectores buscarán en Internet los contenidos de su elección, que leerán en la pantalla de una computadora o en una máquina digital, con la consecuente y paulatina eliminación del libro en papel, de tal modo que el escritor podrá buscar directamente a los lectores sin intermediarios, y ya sin la ayuda de un editor: ahora una figura un tanto desprestigiada porque muchos de ellos sucumbieron ante el producto mercantilista, pues vender, según parece, es lo que importa aunque sea a costa de la calidad, productos pseudo-literarios que ofrecen como si fueran latas de Coca-Cola o hamburguesas de McDonald’s. Es la banalidad que impera en nuestra civilización supermoderna y, como muestra, en el mundo editorial. El canon de la buena literatura poco a poco se transforma por un acto de simulación que equipara el éxito de ventas con la calidad, y los escritores independientes, sabiendo el ejercicio literario como un acto de resistencia, deben luchar contra la degradación que supone la “cultura del entretenimiento” y ofrecer su trabajo a los lectores sin intermediarios.

Tomando como base ideológica todo lo expuesto hasta ahora, es como nace el Proyecto Literatura Indie*, el esfuerzo de un escritor independiente que inicia la experiencia de lo que será el escritor del futuro. El Proyecto Literatura Indie* supone una novedad dentro del proceso editorial, que combina la edición bajo demanda de libros en papel y su venta en formato electrónico, habiendo eliminado la figura del editor para acortar la distancia entre el escritor y los lectores. El espíritu del Proyecto Literatura Indie* es alternativo al cien por ciento: desde los contenidos hasta su manera de producción y difusión. Es la imaginación, siempre la imaginación, como impronta de un proyecto pionero en el medio editorial.

Ponencia presentada en al Feria Nacional del Libro de León 2010, FeNal, México.


[ http://www.literaturaindie.mex.tl/ ]

12 comentarios:

mélan dijo...

el artículo es interesante, y estoy de acuerdo con todo. pero, con todo respeto, me sigue "molestando" el término Indie. hablando de los contenidos, temas, formas, hablando de una "estética indie", de una "literatura alternativa", no pasa de ser un género más, como el bestseller, la novela negra, o lo que fuere. libros y autores que, por estar al servicio de la industria, se aljan de la Literatura. bien, Proyecto Indie pretende lo contrario, se entiende bien.
creo que cualquiera que desee hacer Literatura sincera y legítimamente va a buscar, además, un medio de difusión acorde a esa sinceridad, procurando toda libertad posible para la obra. no hacen falta más palabras para eso.

Nadia Sol dijo...

Me alegro q abras el debate. Me interesa está cuestión: "creo que cualquiera que desee hacer Literatura sincera y legítimamente va a buscar, además, un medio de difusión acorde a esa sinceridad, procurando toda libertad posible para la obra. no hacen falta más palabras para eso."
Me interesa porque creo q esa busqueda es algo que se da en la práctica, en el hacer día a día. Me interesa también porque la misma praxis te abre nuevas instancias y nuevos paradigmas a resolver. Y uno es ese justamente " procurar toda libertad posible para la obra." para la obra? para el lector? o para el escritor? o para los tres en su conjunto?
Hsce mas de un año q emprendí esta busqueda de una literatura q pueda trascender los limites del mercado editorial, una literatura capaz de generar nuevos espacios en la practica... pero como toda practica lleva tiempo y con el tiempo se aclaran los conceptos y a la vez genera nuevas problemáticas.
Por otra parte, entiendo que NO existe una estética indie, como tampoco en un principio existía una estética indie en la música. Solomente hablamos de indie cuando hablamos de lo independiente, que se aplica al modo en q la obra entra en circulación (desde el proceso editorial hasta su circulación y los nuevos espacios que se pueden generar a partir del intercambio con otros escritores y medios q estén al servicio de esta nueva propuesta) la realidad es que exista este blog no es garantía de que exista algo llamado literatura indie, probablemente tampoco signifique nada que me haya encontrado con un tipo que vive en mexico y está pensando estas cuestiones. Hace ya más de quince flias comprobamos q hay muchas editoriales, medios y escritores q responden a esta nueva manera de producir (producir materialmente) cuando mas nos salimos del mercado mejor, eso no quiere decir q no hagamos otro mercado, un mercado alternativo, el tema es como hacer para q ese nuevo mercado mantenga en sus entrañas la dicotomia inicial (cultura del mercado vs cultura de los de abajo o mejor dicho de los de afuera,o del costado, como prefieras)...(sigue en el prox coment--->)

Nadia Sol dijo...

Te voy a contar algo, el otro día le comentaba a Cris que a mi entender el mercado nos pensó, nos presupone, presupone que habrán nuevos jugadores hasta dicidentes. Internet nos brinda la herramienta de manifestar cierta alteridad y en el mejor de los casos una pluridad y en el mejor de los mejores de los casos generar un colectivo de tipas y tipos que pensamos a la literatura en un nuevo paradigma, el de nuestros dias. El tema es que esta claro que nos somos alternativos y mucho menos independientes por reunirnos en un blog, pero es el primer paso, la virtualidad no sirve de nada sino podemos trascenderla a la materialidad de lo real.
Entiendo por libertad en literatura: libertad estética, libertad al momento de difundir (copyleft), libertad al momento de producir...eso para mi debería de ser la literatura Indie, entiendo q este es un proyecto... pero como todo proyecto, se empieza por la discusión de los conceptos así que ahí vamos. El día que pensé el nombre de este blog pensé en la posibilidad de una literatura independiente, una posibilidad q esta ahí latente, pensé en lo q en ese momento y hoy en día ocurre con otras artes, la música y el cine, de ahí surgió lo INDIE pensando en el arte independiente (y en los medios alternativos)
(sigue prox coment--->)

Nadia Sol dijo...

Pensar en una estética indie es recortar su materialidad y sus cambios en la forma de producción, pensar en una literatura indie o independiente vislumbrando una estética, es hacer caer a la literatura independiente en un genero más y seria a mi entender lo peor q nos podría ocurrirnos. No necesariamente tenemos q estar de acuerdo, me pasa q ni con mis compañeros en muchos puntos lo estoy... pero es un proceso q puede caducar como puede resultar efectivo, tantas flias, tantas apariciones de nuevas discográficas indie y nuevos espacios, me hacen creer q existe la posibilidad de lo alternativo y que puede ser sustentable. Lo importante es no quedarse con las pocas visiones del mundo q nos rodean y que son mediatizadas por el monopolio de grandes medios, por los canones literarios y etc.
En fin ese es mi primer acercamiento a este asunto. Saludos

mélan dijo...

yo entiendo todo eso, por eso sigo este blog, lleno de cosas nuevas, frescas, interesantes, etcétera.
entiendo también que lo indie está bastante instaurado ya. en lo que difiero es en el nombre (no del blog), la palabrita, lo que parece ser una etiqueta, cuando Arte o Literatura lo abarcan todo. por eso hablaba de sinceridad y libertad. encarar el laburo artístico en serio implica, debe implicar, creo yo, alejarse de esa maldita industria. de otro modo es la industria la que creará por uno.
estéticamente, si se encara de esta forma, ya no será necesario siquiera romper reglas, u oponerse a ninguna academia, a nada ni nadie. la obra se hace a sí misma.

Anónimo dijo...

La palabrita es lo de menos lo importante es la actitud frente a la apisonadora de la "cultura oficial", y las obras y autores independientes que lo merezcan perdurarán en el tiempo aunque sea como autores de culto o de reconocimiento tardío, a no ser que otra cultura subsista con cada vez más seguidores paralelamente a la esa cultura oficial y sus mecanismos de validación.

Nadia Sol dijo...

Anonimo coincido!

mélan. dijo...

bue... en una de esas me expresé mal con lo de palabrita. pero creo que se entiende el tema del debate. no importa. igual coincido con el comentario.

mélan. dijo...

es más, ese es precisamente mi punto. creo que ni siquiera es necesario pensar en una literatura alternativa. simplemente Literatura, Arte... en sí mismos.

Anónimo dijo...

Yo creo que hay que ir más allá, e igual que la "cultura oficial" tiene sus mecanismos para validar la obra de cualquier escritor, la "cultura alternativa" a esa cultura oficial debería propugnar por establecer sus propios canales para dar a conocer y reseñar sus productos culturales, creando toda una red comunitaria, a través de Internet, para validar de manera seria a los escritores que así lo merezcan, y para ello todavía no se dan las condiciones: no existen los críticos literarios que analicen, comenten o reseñen, de manera seria, las obras de los escritores de la cultura alternativa que se genera en los márgenes de la cultura oficial.

Ésta es la asignatura pendiente.

Nadia Sol dijo...

Anónimo como si me leyeras la mente, otra vez coincido, es una asignatura pendiente! pero creo q como tal cualquiera de nosostros puede tomar esa posta! y hacer critica de esto q esta pasando! de hecho una de nuestras propuestas es la critica y la reseña de nuevos autores con nuevas miradas, asi q si gustas? =) (nuestra sección contemporaneos espera por buenas criticas y reseñas!)

Anónimo dijo...

Yo no puedo tomar ese papel porque soy escritor, pero habría que crear revistas literarias sobre literatura independiente, que atendieran, difundieran y comentaran las obras de los autores que trabajan por fuera de la "cultura oficial", para buscar nuestros propios sistemas de validación, pero siempre con la calidad literaria por delante, cuando esto último, precisamente, es lo más difícil.

Las revistas sobre literatura independiente son todavía un asignatura pendiente (perdona aquí la cacofonía) y un espacio que, de momento, nadie ha ocupado.

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