Hace apenas unos días atrás Valentin y los Volcanes, banda oriunda de
la plata, editó el tercer disco de su discografia, una nueva apuesta y viraje a
otros sonidos.
Por Nadia Sol Caramella
Sí, las bandas que nos gustan
cambian. Valentin y los Volcanes tiene
acostumbrados a sus fans a las transformaciones de disco a disco. Esta vez
quizá el cambio fue más disruptivo. Sin embargo, se les reconoce la fidelidad a
esto de reinventar el rumbo año tras año como marca de madurez. ¿Cuántas bandas
repiten formulas? Algunas dejan el oído acostumbrado al hit que se repite en
infinitas canciones, que no son más que repeticiones bien logradas, en el mejor
de los casos. Esta no es una reseña en defensa de la mutación en pos de ganar
madurez, en todo caso es una aclaración antes de desglosar Una comedia romántica.
Un disco complejo de digerir, un
poco porque la percepción que se venía construyendo sobre esta banda está más
asociada al indie, con muchas reminiscencias e imaginarios de esa escena. Esta
vez el rock nacional influencia en la producción de las canciones, quizá porque
el productor de este LP fue Tweety Gonzalez, reconocido entre otras cosas por
ser el productor de El amor después del amor. Este entramado de influencias
sonoras, que podría sonar anticuado para los tiempos que corren, encuentran la
forma de actualizarse en las letras de Jo Goyeneche, que es uno de los mejores
letristas de la escena actual, sino el mejor. Los mundos que construye mantienen
un lazo con el presente, hasta incluso se adelanta en el tiempo. Una formula
compleja pero efectiva.
De comedia romántica estas diez
canciones lo tienen todo, desde el tono shakesperiano, pasando por los gags al
estilo Mi bella genio, hasta los climas y tensiones de Happy Togheter. De comedia romántica, reescribo: todo. Este
tracklist es una opereta novelada, entre pequeñas tragedias y una mirada
reflexiva que deja lugar a imágenes que se superponen de track a track como en
el montaje una película subtitulada con frases como: “Sos invisible, cruzás
paredes, la realidad es la mitad, es sólo la mitad”, “buscar un poco de amor, fuera de este amor no
nos va a matar”, “chicos con pasado, chicas con futuro”.
“El salto de Sofia”, banda sonora
de días de sol. El hit, tal vez el más logrado, resume bastante a nivel
temático y sonoro el espíritu de este disco, acá como en las otras canciones, la apuesta fuerte son los teclados que van al
frente. La seguidilla: “El salto de
Sofia”, “Sonambulos”, “Los nuevos”, “Golpea lo que encuentra” contradice los
dos primeros párrafos de esta reseña y retrotrae a Todos los sábados del mundo
y a algunas composiciones de Play al viejo walkman blanco, el paisaje sonoro suena
familiar, la casa está en orden para los que le temen al cambio de las bandas
que les gustan. El resto de los tracks afirman los dos primeros párrafos, pero
es circunstancial.
Las bandas que nos gustan
cambian. Habrá que reafirmar el amor de fan o esperar al próximo encuentro. Por
ahora, esta banda despierta intriga, la misma que genera la espera de un nuevo episodio
de la saga de la película que amas. Hasta otro episodio de Valentin y los
volcanes, nuevos discos, nuevas sensibilidades, mientras tanto Una comedia romántica
y sus gags de amor nihilista.
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