Selección de poemas, fragmento del prólogo y edición digital de El camino, de Lao Tse traducido por Ezequiel Zaidenwerg, editado recientemente por Como un lugar. 

Selección por Nadia Sol Caramella





I

El camino que puede transitarse:

ese no es el camino.

El nombre que se puede pronunciar:

ese no es el camino.

El principio del cielo y de la tierra

es innombrable:

los nombres son la madre

de las cosas.

Si no se lo desea,

se ve lo que está oculto;

y, cuando lo que mira es el deseo,

apenas puede verse lo deseado.

Existe lo diverso,

pero el principio es uno

aunque los nombres cambien.

Misterio de misterios,

la puerta a lo escondido.


...


XXI

El camino es abrirse a la virtud,

aunque parezca que se cierra, esquivo.

Aunque parezca abstracto, tiene forma.

Todo lo abarca, aunque parezca opaco.

Y, oscuro y todo, tiene corazón:

un corazón abierto a la experiencia.

Ahí está su verdad y, ahí, su fe.

Desde siempre le están poniendo nombres.

Desde el principio se lo vive así.


...


XL

El camino es un verso, porque vuelve;

y así también el mundo, porque cede.

Todas las cosas son de su existencia;

y, en cambio, la existencia no es de nada.


...


XLV

Lo completo parece defectuoso

y por eso no agota su función.

Lo que se llena siempre está vacío,

y por eso no cumple su función.

Rectitud es saber también torcerse.

La habilidad celebra la torpeza

y la elocuencia es siempre tartamuda.

Cuando hace frío, hay que seguir moviéndose;

si hace calor, hay que quedarse quieto;

para estar en el mundo, tener calma.



|  Sobre el libro y la traducción  |

"Decir que estos poemas son una traducción sería inexacto, al menos si se entiende “traducir” en su sentido más tradicional: ser garante y artífice de un puente provisorio entre dos lenguas. Dado que no sé chino, mis versiones no ofrecen garantías —ni pretensiones— de autenticidad. Aún así, las considero auténticas: además del registro de una crisis, son fruto del deseo que a veces llaman fe. Compuse estas versiones a partir de muchas otras —todas, curiosamente muy distintas— apoyándome en una que ofrecía en inglés, palabra por palabra, un renglón más abajo, los diversos sentidos y matices del chino. Como una especie de collage coral, elegí y recorté interpretaciones; y añadí algunas más de mi cosecha, caprichosas a veces pero nunca arbitrarias, buscando traducir menos la melodía que el movimiento armónico, esa suave tensión de las ideas que escuchaba en el Tao." Ezequiel Zaidenwerg


| Sobre el traductor |

Ezequiel Zaidenwerg nació en Buenos Aires y vive en Brooklyn. Escribe, traduce, enseña y saca fotos. Su libro más reciente es 50 estados: 13 poetas contemporáneos de Estados Unidos, una antología novelada de poesía estadounidense. Envía diariamente por email poemas traducidos a través de su newsletter, El poema de hoy.


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