La nueva editorial marplatense es pulpa abre su catálogo de plaquetas con el poemario poema zorzal caracol espina, de Carlos Fratini.
Por Micaela Kessler
Poema zorzal caracol espina, publicado este año, nos brinda un pequeño recorrido a través de la palabra y su sentido. La fugacidad y fuerza de las ideas de este poemario se combinan con el formato de plaqueta que compone la Colección Galga, primera colección de plaquetas de la nueva editorial marplatense es pulpa ediciones. En esta serie de poemas, los ojos de un poeta se encuentran con los de Isabella, su sobrina, que intenta entender cómo funciona la poesía. Así comienza a darse un cruce de voces y visiones muy rico e interesante donde la poesía va perdiendo su capa de solemnidad para darle paso al trabajo de campo, a la experimentación, al juego y a la pregunta. ¿Qué tan potente puede ser un poema a través de los ojos de unx niñx y qué otros sentidos somos capaces de activar para seguir ese cauce poético? “Isabella pone a prueba una idea: un sonido no puede ser silencioso. dejamos caer un pétalo de amapola para ver si es o no silencioso. yo apenas lo escucho, ella lo percibe nítido”. La delicadeza de un pétalo que cae y su sonido pueden ser imperceptibles y, sin embargo, son obvios para la poesía. Isabella es poeta desde el momento cero, desde que ese sonido llega nítido a sus oídos: “el pétalo de amapola/ se cayó el/ pétalo. y sonó tan/ pero tan silencioso/ que nadie lo/ escuchó./ solo un pajarito que pasó por ahí/ lo escuchó/ y después se fue a dormir./ luego pasó una abispa/ y lo escuchó./ fin”. Isabella escribe poemas y hace preguntas: “tío, explicame cómo le doy a este poema forma de poema”. Entonces, el tío, intenta explicar: “atolondrado, torpe, la diferencia entre la prosa, que ocupa solo un renglón, y el verso, que ocupa solo una partecita”. Explicar la función de la poesía desde los principios formales puede facilitarnos y complicarnos el camino en la misma medida. Estar abiertxs a la forma en la que esa información se recibe parece ser una preocupación constante en los temas que aborda Carlos: “Escribimos un verso cada uno. los míos tienen una idiosincrasia que ella, una pena, termina aceptando: comienza a agregar los puntos finales cuando percibe que yo puntué”. La inquietud en la labor poética nos obliga a viajar a través de la palabra, y encontramos fertilidad en la crisis del sentido.
El poema como canto de zorzal, como vuelo dorado sobre el jardín. El poema como caracol, como pequeña casa con “forma de cajita”. El poema como espina que se clava “debajo de la piel”, que cicatriza y deja huella. Hablamos a través del poema buscando esa huella que nos dejó alguna vez el haber vivido. Escribimos conscientes de que la espina es una parte esencial del poema y de que, al final, no hay nada más reconfortante que poder confiar en la poesía y en su poder de cicatrización: “zorzal yo te imploro, ven a volar por mi jardín con tus alas de oro”.
| Sobre el autor |
Carlos Fratini (Mar del Plata, 1996). Estudia Letras en la UNMdP. Publicó Prolíficas de oro (oficina preambulante, 2019), Tapal (Goles Rosas, 2021) y poema zorzal caracol espina (es pulpa, 2022)
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