by Georgiana Paraschiv |
Uruguay
En Uruguay me di cuenta de dos cosas:
me fascinan el río y los balcones.
El mundo podría reducirse a eso
el río de la plata arrasa con todo,
deja sólo algunos pedazos de tierra
y los arquitectos construyen balcones,
dos o tres pisos
y nosotros nos sentamos a mirar.
El cielo en Uruguay es rosa y naranja.
Las personas casi no caminan,
más bien se deslizan por las veredas
con ropas livianas en tonos claros
y felices.
Para mí es como un paraíso.
La música siempre es hermosa
y todavía hay verano en Marzo.
Me deprime volver
y entrar en mi PH
planta baja y al fondo
sin río ni balcón
apenas con un patio sin sol
y el mar como consuelo.
Piriápolis
la ciudad de los jubilados
y de una ínfima parte con arena antes del mar
un lugar que no íbamos a conocer
porque el itinerario nos llevaba a otro lado.
Me dormí muchas siestas ahí
en un hotel vacío y lindo
de colchones finitos como las calles
y también me desperté varias veces
escuchando conversaciones ajenas
de novios y de mucamas
que podría haber participado
sino fuera porque tuve tanto sueño
mientras estuve ahí.
Nina, María Agustina Catalano, 1990. Estudiante de Letras y poeta malplatense, trabaja en la Universidad de esa ciudad y escribe poesía en su blog
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