[1

Quizás en aquel circo de Rumania la mujer barbuda -adivina ad-honorem entre acto y acto- tiene razón. Quizás la trapecista sí perdió su sombra cuando el hombre lanzallamas trató de impresionarla e hizo su prueba más peligrosa: no quemarse él mismo al decirle que ardía por dentro cuando ella se perdía en la oscuridad.

[2

"Te juro que no es mi sombra", dice, y me pregunto entonces qué es lo que se está colgando de la mía hasta dejarla arrastrándose un jueves, cielo despejado, mientras el sol alumbra mi cara desconcertada al no ver mi figura en el pavimento.

[3

Falta un pedazo de la historia: ese donde la sombra de King Kong desde el piso se casa con la sombra de la mujer, trabaja en una oficina de 8 a 14 y tiene un Renault 12 y una casa con balcón. 
Quizás algún día, en el BAFICI, ojalá.

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¿Alguna vez viste una sombra explotar? No, yo tampoco. Papá dice que lo hacen cuando no las ves. ¿Me clavarías estos palillos en los ojos?

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y la sombra dice: suave suave nena, yo te quiero mostrar luces de la noche

Sombra de la noche negra - Pescado Rabioso

Está desnuda en mi cama. En diagonal, ocupándola toda. La sombra de la persiana la cubre de rayas, deja su ombligo y un pezón a la luz. Parado al borde señalo la curiosidad. Se ríe, se ruboriza y cierra la cortina. 
Después son todas luces.

[6

Dicen que en algún tiempo eran los humanos quienes seguían a sus sombras, hasta que un día alguien hizo girar la tierra al revés y todo se dio vuelta.
Me pregunto si alguna vez pasará eso entre vos y yo, mientras tirado en el suelo oscuro te veo correr. 
Y te sigo, siempre te sigo.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

ESPECTACULAR!!! Ya conozco tu genio pero seguís asombrandome cada vez que leo algo nuevo. Ricar

Anónimo dijo...

me creas uno de amor

Anónimo dijo...

Y te sigo, siempre te sigo.

Anónimo dijo...

Sos un genio escribiendo, cada día me sorprendes más, lo que me encanta. Te amo. Y te sigo, siempre te sigo.

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