Una perfecta apología del monstruo (como mostración, señalación y extracto al mismo tiempo) se construye apelando al deseo intrínseco y visceral que nos habita. La obsesión de Grenouille se nos hace genuina y también la anhelamos. El procedimiento de Süskind es exquisito y simple como un buen perfume, ya que todo en el relato huele porque todo en el mundo huele. Y si todo lo que hay en el mundo es efímero y muere, también los olores. Entonces la ansiedad de este monstruo ya no nos parece pecado si lo que busca infatigablemente es la supervivencia del mundo sensible.
1 comentarios:
Hermoso libro! gracias cossi, excelente micro-reseña!
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