Será una calle, un olor, un café con el diario del día
lo que te traiga.
Será arbitrario lo que venga,
quizás la imagen borrosa de tu departamento,
con pelos de gato pegados a mi ropa.
Quizás tu nombre, vértigo,
alguna parte de tu cuerpo
lo que venga para joderme o hacerme una ternura
nunca se sabe con exactitud.
Yo voy a ir,
algo mió, yo no,
algo que fui para vos,
de repente, te va a caer
como un vuelto que te dieron mal,
de más o de menos,
en un kiosco.
De improvisto,
nuestro espacio se agranda
caen frutas desde atrás
que te tocan,
en cualquier instante.
A saludar
y a seguir
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