DIGO: el poema no es más que una pobre máscara falaz del verdadero poema que en su desnudez gimiente es siempre y en definitiva impronunciable
y esto
que es viejo
viejo como la luz
viejo como el miedo a los ruidos mínimos de la noche y las primitivas invocaciones silenciosas y los gritos mudos del éxtasis más antiguo y la música áspera
del agua y el aire
del fuego y la tierra
de la mierda y la sangre
de las lágrimas y el semen
más viejo
que dios y sus temores
que los funestos
y sus sórdidos silenciares
esto
digo
se me ocurre
no debería ser olvidado.


[ extraído arbitrariamente de Oxidos e impurezas, El Péndulo ediciones, 2009 ]

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