Poesía Entre La Hierba es un
ciclo audiovisual quincenal que busca retratar la intimidad de los espacios
visitados por cada poeta en la puesta en escena de su obra, a través de la
lectura, el aquí y ahora de la poesía, donde es posible percibir el grano más
fino de la voz haciéndose lengua.
Esta vez retratamos a Deni
Rodriguez Ballejo leyendo “Guacha” de la plaqueta “Los Colmillos” (Ludwig Ediciones,
2014). Un poema con la cadencia de un tango, de esas melodías
nostalgiosas de amores de antaño, blanco y negro, de chicas prolijas y malevos.
Pero, por suerte para el lector, “Guacha” sobrepasa este primer intento de
clasificación. Si bien hay mucho de postura nostalgiosa, de voces oscuras y
entrecortadas. En este fraseo acompasado, nada queda de aquel machismo que solíamos
encontrar en el tango. Si hay canción sería una más indie, ya no blanco y
negro, en estos versos están los colores de una generación pop, eléctrica y
hasta de una sexualidad disidente, que sin embargo sabe descifrar y conservar
la nostalgia de aquellos hombres y mujeres de los arrabales. Podríamos taguear
esta prosa de poética y circunscribirla junto a otros poemas que hablan sobre
las grandes verdades del amor: “yo no estoy enamorado, es mucho peor, yo tengo
una certeza, una religiosidad cuasi pragmática que no aguanta a remontar la
inmensidad de toda una noche”. Un buen poema es generoso con su tiempo, sabe
apropiarse de las palabras de su generación, pero también sabe remitirse a voces
anteriores con una mirada nueva. Definitivamente “guacha” es una palabra con melodía y es imprescindible para hablarnos de amor, cuando hacemos el amor, los
pibes y las pibas de hoy: “el infinito
está fijado, desde ahí todo, guacha, yo te amo.”
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