[ poemas del libro inédito Los estómagos ]


Cerdo

Me pregunto cómo ha llegado esta cabeza de conejo hasta mis manos.

Cómo ha rodado, escalera arriba, hasta el corazón del Raval,
arrastrándose, escalera arriba,
girando, escalera arriba hasta mis manos.

Me pregunto quién mutiló al animal. Me pregunto cuántos estómagos
hacen falta para vencer el hambre.
Me pregunto: hay cuartos oscuros
y humedades en venta,
hay insectos de alquiler y trasteros que huelen a ceniza.

Todos los días una mariposa muere encerrada entre los calefactores.
Pero no hay peligro porque el invierno ya se acaba,
y con él los poetas que hablan del frío
y con él los suicidios y las mariposas
y con él los conejos domésticos,
comestibles.

Me pregunto cómo ha llegado mi lengua hasta el techo de los muertos.
Con la ciudad encendida.
Con su cabeza bien sujeta entre los dedos.



Definición del vientre

Todo está entre el pecho y la vagina. Todo lo importante
está y seguirá estando aunque quizá las nubes se hayan ido
y sólo quede hierba, muchísima hierba, escondida bajo la alfombra.

La mascota soy yo. La mascota se saca de paseo a sí misma
en un acto de tranquila rebeldía. La mascota no conoce el verano.
La mascota se come a sí misma en un acto de amor. La mascota
tiene órganos y todos se encuentran entre el pecho y la vagina.

De qué manera podríamos definir el vientre. De qué manera
la caja torácica esconde otra materia gris. El estómago
está entre el pecho y la vagina. Más lejos o más cerca que los nervios.
Más lejos o más cerca que el amor de la mascota.

Todo se alinea y queda hierba. Mucha. Muchísima hierba.


Azor común

Ted Hughes escribió, a propósito de un azor, “yo mato donde quiero porque todo me pertenece”, sin embargo intuyo que el poeta no se refería exactamente a aquel rapaz, pues lo que mata cuando gusta, lo que destruye cuando se le antoja, lo que destroza cada cuerpo no es una simple ave antigua, sino el cáncer común.

Lo sé: la enfermedad anida en nuestros espejos.

Lo entiendo: y lavaré mi sexo con lejía. Frotaré mi sexo con lejía para que mis hijos nazcan sanos.

Accipiter gentilis… los ratones tiemblan bajo el rastro de tu vuelo,
los insectos tiemblan bajo el rastro de tu vuelo,
los dolientes tiemblan, pero ella sonríe,
¿has visto cómo sonríe?

Ahora aléjate.


[ Sobre la autora ]

Luna Miguel (Madrid, 1990) vive en Barcelona y trabaja entre el periodismo y la edición.
Es autora de los libros de poemas Estar enfermo (2010), Poetry is not dead (2010), Pensamientos estériles (2011) y La tumba del marinero (2013). Varias selecciones de estas obras se han traducido y publicado en el extranjero: Bluebird and Other Tattoos (2012), en EEUU; Musa ammalata (2012) en Italia y Más allá de la quietud (2013) en Argentina.
Además ha publicado la nouvelle Exhumación, escrita junto con Antonio J. Rodríguez; ha editado las antologías Tenían veinte años y estaban locos, Sangrantes y Vomit; y ha traducido o prologado obra de Marcel Schwob, Ted Hughes, Anna Ajmátova, Mary Jo Bang y Arthur Rimbaud.
www.lunamiguel.com

8 comentarios:

Ismael Belda dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ismael Belda dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Karen Valladares dijo...

Bello y fuerte

Anónimo dijo...

Puede que la poesía no tenga necesariamente que ver con lo político. Yo con la edad de la autora también estaba en la luna de Valencia, pero estas cosas me superan. Habla de hambre, de la vida gestándose. Las quejas de esta mujer son insoportables! Estomagos... Mientras publica comidas en instagram esto pasa en el país http://kaosenlared.net/mas-fotos-de-la-tierra-hostil-en-espana-y-sus-colas-del-hambre-que-la-prensa-del-capital-no-quiera-que-veas/ Esto es hambre! Ya basta de estar endiosando a esta niñata tan pesada y tan quejica!!!

Unknown dijo...

http://juancolonpoesia.blogspot.com/

Aquí les dejo mi blog de poesía.
Visiten, compartan y comenten.
Gracias.

Anónimo dijo...

Hay que haber leído muy poco o desconocer gran parte de los buenos escritores y escritoras de poesía que hay en habla hispana y en el mundo como para leer a Luna Miguel.

Anónimo dijo...

la poesia no tiene edad simplemente es interesarte por ella, ni para el que lo lee ni para el que lo escribe.estuve mirando poetas jovenes de las que todo el mundo desconoze y te encontre a ti LUNA MIGUEL me inspirastes en mi dia a dia y por ti veo las cosas de otra manera, gracias LUNA MIGUEL.
me encanta tu form de escribir, y si me permites darte una sugerencia, haabla mas sobre el amor, asi mas gente sera atraida por tu bella al escribir.
a mi edad nos gusta y nos atraen los poemas del amor ya que pasamos malas pasadas con el.
porfavor hazlo por mi que soy una pobre n*ñ* con poder leer una poesia tuya sobre el amor

Anónimo dijo...

lo siento por las faltas de ortografia del texto anterior

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