Maestros "yedis" enseñando a manejar la espada de la retórica en oficinas llenas de luz, aire acondicionado, y secretarias con minifaldas y caras de trolas.
El verso de siempre, se había caído el sistema nervioso central y las terminales nerviosas no tenían conexión a internet. Escribir poesía para las estatuas no tiene sentido, no se conmueven con nada, siguen duras, con sus corazones de piedra, aunque algunas de ellas creen que son suaves y se mueven.
Estoy esperando que vuelvas para seguir leyendo la novela que escribimos juntos sobre tu cuerpo desnudo.
Yasí-ya-theremin, las manos tocan en el aire el hechizo de los sonidos.
Los nocturnógrafos estudiando la geografía de la oscuridad, el silencio, la soledad, el engranaje de la mente trabajando y la compañía lejana de las estrellas.
Las palabras caen al piso como migas de pan.
No esperes nada de este texto me dijo la mano que escribía.
4 comentarios:
me gustó mucho el final. muy bueno!
muchas gracias mL
amigo esa es mi foto, agradeceré pongas mis créditos. saludos
Dale, los ponemos nos pasas tu nombre? disculpa que no lo hicimos antes la googleamos y no tenia los créditos.
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