a
todo
lo que existe
hace
mucho
fue
deformado
por
ojos enemigos y cautos
venidos
de tan cerca
b
justo
en el centro
acá,
acá
todo
es barro y ceguera
despacio
los hambrientos iniciaron la persecución
nadie
saldrá herido, prometieron
todo
se llevará a cabo en perfecto silencio
/después qué: esta
lluvia blanca creciendo sin césar entre tus huesos/
c
Ahora
soy yo la sombra entre estos cuerpos reales
J.
J. S.
en
la niebla
|en
la
tajadura, la incisión
en
lo estallado
respirar
y latir
lamer,
rozar
abrazar
con saña
la
opacidad hendida
arañar,
morder
hasta
lo último
se
sabe
coger y morir no tienen
adjetivos[i]
d
/¿tu cuerpo qué sabe
cuánto duele
cómo olvida tu cuerpo
por quién, para qué
tu cuerpo?/
apenitas
esto tibio que sangra y dice y duerme
si
lo desaparecido deja su marca
borroneada
pero intocable
cada vez, otra vez
pero
no
es
más sencillo de decir:
hasta que brotó de la
profundidad
un tallo que nadie hubo
tocado
extenuada matriz de lo
volátil, acaso de la luz
quejido animal de lo
que tiene fin
para que crezca al fin
la mirada limpia de los
asesinos
inmóviles junto al
árbol de la carroña[ii]
e
los
árboles afuera
se
inquietan
olieron
la emboscada
¿dónde
enroscarse ahora?
¿dónde
supurar sin miedo?
sobre
la piel anciana
alguien
dibuja con saliva amarilla
otro
escondite para el frío
(la
respuesta
|los
ojos sellados con cera roja
alzar
las raíces azules
con
desdén penetrar esas piedras hostiles)
/no: suave otra vez brilla
contra el viento tu sangre polvorienta/
f
Y
todo se hace claro, obvio por fin:
la
solapada materia del mundo,
la
perversidad de lo real.
H.
C.
pedazos
de la víctima
esos
dedos metiéndose en la boca como agujas
como
parásitos o pétalos
algo
sucio nutre las pijas cortadas
sobre
el asfalto los vidrios estériles
la
pus chorreada en círculos imperfectos
se
sabe
cada uno conoce el
sabor de su propia ceniza[iii]
[i]
Pizarnik.
[ii]
Este y los seis versos anteriores pertenecen a H. Castillo.
[iii]
Saer.
0 comentarios:
Publicar un comentario