Alfredo Li Gotti es de esas personas que felizmente existen en nuestra sociedad y que hacen de su pasión algo que trasciende la mera satisfacción personal y que se irradia solidariamente entre la gente que lo rodea. A los 85 años, mantiene viva su pasión cinéfila.


Por María Eugenia Vidal


El film muestra a otros coleccionistas, cinéfilos, críticos, y familiares, que conocen en profundidad la vida de Li Gotti, y al mismo tiempo, revelan el fascinante mundo del coleccionismo cinematográfico. Es un documental sobre el coleccionista y su devoción por el cine.

La admiración profunda del protagonista por Juan de Dios Filiberto, su paso fugaz por el mundo de la lírica y por los teatros de la calle Corrientes en la década del sesenta; el rostro de la niña que veía al asomarse durante su adolescencia por el contrafrente del edificio y a la que dedicaba sentidas canzonettas a voz en cuello, todo ello es parte del feliz anecdotario que la película desgrana sin jerarquizar y bajo cuyo tono de levedad acaso se esconde una gracia secreta: Alfredo Li Gotti. Quienes nos ofrecen sus testimonios: Fernando Martín Peña, Enrique Bouchard, el hijo de Félix Luis Giuliodori, el nieto de Li Gotti, Luciano Monteagudo; estos son coleccionistas, cinéfilos, críticos, y familiares.

Dirigida por Roberto Ángel Gómez, el filme cuenta la historia de Li Gotti, uno de los más importante coleccionistas de cine de Argentina. A los 85 años, mantiene viva su pasión cinéfila.

Todos acompañan su voz de Li Gotti que con una natural verborragia da sustancia al personaje coleccionista, apasionado del que siempre se aprende que el cine antes que nada es una cosa hecha de materialidad que hay que atesorar. Con mucho esfuerzo y sin abandonar el trabajo de toda la vida, pudo alcanzar un sueño surgido desde la voluntad de exhibir y compartir su material: tener su propia sala cinematográfica en su casa, y es en ese espacio donde proyecta gratuitamente sus películas desde hace más de 20 años.

El trabajo de Gómez va recorriendo la memoria de Alfredo Li Gotti como librado al capricho de los recuerdos. Centrado en la figura de este coleccionista argentino, el documental se sumerge en el mundo del coleccionismo cinematográfico y de la cinefilia a partir de una serie de preguntas e inquietudes que con el correr del metraje y de los testimonios de diferentes voces relacionadas con el cine encontrarán varias respuestas.

En un filme que recorre su vida y su obsesión, Li Gotti queda presentado como un hombre noble y amable, de esos coleccionistas que saben compartir los tesoros conseguidos, al punto de tener una sala propia en la que proyecta su colección para el público, en forma gratuita. "El olor de un rollo es algo único" dice mientras recuerda emocionado a su amigo Félix Giuliodori, nombre que lleva la sala en su homenaje y coleccionista de cine mudo.

Cuando el director se enteró de la existencia de Alfredo Li Gotti, aún sin conocerlo personalmente, sintió la firme voluntad de realizar una producción audiovisual. Constituyendo, una verdadera metáfora existencial, que trasciende el ámbito de la pantalla para adquirir un carácter universal, enteramente humano.


[Ficha técnica]

TITULO ORIGINAL: Alfredo Li Gotti. Una pasión cinéfila

ORIGEN: Argentina.

DIRECTOR: Roberto Ángel Gómez.

FOTOGRAFIA: Emiliano Penelas.

GUION: Roberto Ángel Gómez.

MÚSICA: Pablo Yanis.

GENERO: Documental.

DURACION: 77 Minutos

PAGINA WEB: www.unapasioncinefila.com.ar

DISTRIBUIDORA: Independiente

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