Voy a escribir las notas de un vals en el pliegue lampiño de mis erecciones.

En el pentagrama de estas caderas, punzaré el bisturí humedecido en tinta asiática, que la alquimia habrá de convertir en sangre para que choree por los muslos tensos de corretear en el lodo / para manchar con lujuria, los colchones de los espantados.

Ya está decidido.

Que vengan los luthiers y las orquestas de cámara, a linchar mi espalda con la fusta furiosa de la incorrección. Que vengan a decirme que no puedo / ejecutar las armonías imperfectas del apetito.

Utilizaré la ira de mi ignorancia musical para hacer sonar las cuerdas, los bronces sucios de este amor, que no solo desafina el griterío de los fachos, sino también de aquellos preocupados por las teorías que acicalan nuestros cuerpos con la diversidad colorinche de una banderíta que me niego a sostener.

Con el bajo vientre inflamado, clamaré misericordia. No solo a los eclesiásticos abusadores, que esconden sus pulsiones bajo sotanas y sotanas de lienzo oscuro, sino también a los teóricos de la avidez, a los carnívoros del empalme, aquellos que publican ensayos en torno al contoneo de estos flancos; esos que no nos dignamos a leer, porque todo academismo se agota en la baba espesa de nuestro aullido.

Este tipo harto de darle marco teórico al discurrir del semen, en las sábanas que no nos importa haber elegido o heredado de genes emputecidos de otros insaciables, declara:

no ser hombre

ni gay

ni queer

ni marica

ni macho

ni "x"

ni "e"

Mientras arranco los primeros ronroneos
de un violín que apenas
si he aprendido a tomar entre mis manos,  
este cuerpo
este gajo de piel transpirada
este deseoso sin hipótesis,
ni jirón desprendido de un arco íris que solo provoca la lluvia
se declara
absoluto monarca de sus vibraciones y sus espasmos.

Y si para que quede claro
debo ponerlo en el empedrado escandaloso del muro
donde otros estampan su amor en aerosoles
expondré mis tactos enmudecidos
al bullicioso ladrido de la intemperie.

1 comentarios:

Cristian Franco dijo...

"ejecutar las armonías imperfectas del apetito"


AMÉN Y AMÉN Y AMÉN...

que tremendo poema...

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