Aventuro una metáfora de la que más de uno ha hecho abuso. A saber, la mirada oblicua. Más allá de que el acto de la escritura (físicamente hablando, la dirección del bolígrafo es diagonal) implica transversalidad con respecto al papel, la literatura en sí supone esta dirección. Así, oblicua es tanto la mirada del escritor como la del lector con respecto al texto. El sentido es quien atraviesa al sesgo las cosas como los libros. Y es esa proyección de la mirada lo que ya no puedo dejar de ver en todo hecho literario.
Será que yo mismo quedé atravesado. 

4 comentarios:

Publicar un comentario