/jugando a inventar nuevas métricas/

Lo siento, querida,
mas soy dueño de una herida
que llevaré toda la vida
si es que no estoy al lado tuyo
y me llevás como comida
a tu boca, como murmullo,
como alcohólica bebida.

Se abrirán mis venas
con el filo de las penas
de la soledad, mi condena
de no tenerte y detenerme
el corazón con la cadena
de oración que merme
la pasión que me envenena.

Si es que así tampoco
logro decir poco a poco,
con este acento tan barroco,
las palabras que te den cuenta
de cuanto mucho me sofoco…
diamantes de menta
de amantes dementes, locos…

con mi alma, en venta

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