En un quinto piso,
alguien se crucifica al abrir de par en par
una ventana. (Oliverio Girondo)
Entre la grela de la mañana
y un café tibio de hace días,
varias colillas retorcidas
juegan dominó en el cenicero
y un par de botellas
repasan anécdotas inciertas
la vajilla está amontonada
y en el borde de algunos vasos
una mancha de rouge
corto el café
le doy el golpe final a una tostada
y forcejeo con el frasco de dulce
te veo abrazando el respaldo de la silla
en el suéter que olvidaste
y hasta la radio ironiza y te trae
con esa canción que cantabas sólo en la ducha
me pierdo en el remolino de la taza
soy mal anfitrión de esta resaca de hace días
mi sonrisa no es siquiera una mueca
mis ojos siguen la rutina como en un libro de instrucciones
apuro el resto del café
miro el reloj
y ya el apuro
de otro día.
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