Selección de poemas del libro “Poemas traducidos” de Geraldine Ruiz editado por Mar de fondo en 2024.
Por Nadia Sol Caramella
Degas soñaba un ejército
una bala abraza otra bala et
entrechat quatre sur place;
tibios los cañones
tensos los isquiotibiales
visto
zapatillas de punta de plomo
y bailo en la estepa minada
…
rescato
el movimiento y es el movimiento
el souvenir o no de una victoria
...
No puede ser esto
la belleza, la agonía de un zorzal
un cielo desnudo y un helicóptero
y los perros
(que aunque no se miran se presienten)
mi vecina secando la ropa porque la dejó lloverse
los edificios que van al verano como fueron al bombardeo
tubos que llevan, tubos que traen
y los que acá me dejan
fija en la idea
qué hacés vos
para vengar
la belleza
zorzal con vértigo paroxístico
hélice tajando el cielo vacío
perra anidando crías imaginarias, vecina que no lava
edificio que no colapsa, tubo que no revienta
nada de esto mata
debería estar tranquila
...
Poema (20-10-21)
1.
el día más nítido de octubre no tiene nada para mí
salí tibia, hoy, del agua y me detuve junto al risco
por primera vez no hay temor (esto no es una metáfora)
no hay expectativa en las trincheras, no hay zozobra;
caen terrones por el acantilado, los suficientes
para recordarme la distancia entre mis coordenadas
y la ausencia de coordenadas
por segunda vez no hay temor (ni metáfora)
un motociclista se desploma en el cenit de la esfera de la muerte
el púlpito arenga su nombre y se desgarra las vestiduras
él sobrevive, pero nunca más no llora
al ver caer las cosas
con nombre, con sonido característico
en otro rincón del mundo algo se clava ·60·
en silencio
logra romper la tensión superficial
pero como no hay aviso
no hay estertor
2.
un amigo entra al cuarto por primera vez en décadas
dice el piso cruje; dice primero cruje y luego se detiene
primero como cáscaras de huevo y luego como arena
(el sonido, luego la reminiscencia del sonido)
¿se puede construir algo, además de una maraca
con esto, con los restos de la muda?
le saludo con un apretón de manos
y la carne viva se engrosa
en un acto reflejo
3.
en este asunto que es, en realidad, todos
se requiere de agudeza en los sentidos:
el kilo vivo es ingenuo, anecdótico;
ha incorporado la caída a la trayectoria, entonces
cuando rebota, flota (y rebota y flota)
y sólo se detiene para memorizar el paisaje;
actúa como los accidentes felices
no llora
el kilo al gancho es un proceso y una culpa;
como cuelga no cae (o cae eternamente y no aterriza)
percibe el terror en la cara de los otros
se propone hacer algo con eso y fracasa;
habiendo conquistado su metro cuadrado más fértil
llora para adentro
el kilo en góndola es el ágape, el pagamento
los álbumes, los obituarios, las historias con paragüita de cóctel
las lágrimas de cada comensal
que dispuestas en una placa de Petri podrían
hacer nacer, crecer algo
radicalmente nuevo, algo
que ascienda
y nos ignore
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