Verónica González Pena |
[poemas extraídos del poemario Seres Capicúa]
Fiesta
como cuando me enamoro
y el centro se altera:
las veo abrirse
las flores
y el mantel a lunares
es perfecto
me acuerdo del cielo
-los cielos-
la caverna que me habita
tiene un fuego encendido en la piedra
y es tibia la alegría
..
Algo aprieta
Cuando abro la puerta
y me asomo a la mañana de sol
veo que caen unas gotas
y pienso: se casa una vieja
Agua y luz dibujan un arco iris
que yo no veo
y mejor
hoy no viajo en bicicleta
Una vieja cree en el amor
y me alcanza para digerir los malos sueños
para celebrar el comienzo del día
El colectivo allá viene
la manzana es dulce en la boca
y no hay pájaros muertos
del otro lado del vidrio
una vez los vi
en la tienda de mascotas
era un día de frio
Algo aprieta en el trabajo
la vieja y su imagen
parecen convertirse en amuletos
pero si yo no creo
Un grito de sueño
un cansancio anterior a la rabia
y llevo puesto mi impermeable
para no mojarme
con voces de todos los tamaños
Afuera: nublado
dieciocho niños que preguntan y yo qué sé
hablan de sexo como un misterio
o como un objeto volador no identificado
Un enigma para mí esto
tanto pegote de bizcochuelo en el desayuno
sobre el mantel con manchas de té
que derraman
siempre así
A la vuelta
intentamos rimas imposibles
en el micro escolar
¿será que son lenguas crípticas
las infancias
los amores
las deshoras?
..
Que quién sabe dónde
se inquietan los dedos por tocar
una pizca de misterio
de la cartografía memorizada por los años:
una mujer que ama a los suyos
se mira al espejo y bosteza hondo
se ensanchan sus venas para no ceder
a los párpados que pesan de lunes
su imagen sobre la mesa
le quita el hambre
le molesta el estómago es
el vértigo del abandono
¿qué pasará con las gatas,
con la rosa naranja que no creció?
la puerta sin lijar aún espera
un gesto de amor que quién sabe dónde
aprieta el miedo en su garganta
una blue note que insiste
la sala mal iluminada
proyecta pliegues desde adentro
envuelve su espalda
y se prende un cigarrillo
el vapor de té bailando solo en la cocina
dibuja un escudo
sobre la noche
..
Vuelve el malestar anónimo
y abre el tajo
luna plateada
serás roja
y mi noche
anuncia el eclipse
y la euforia de la sangre
pedaleo y ella mira
entre las casas, giro
y saludo su último barniz
la garganta aprieta penas,
el mensaje nocturno
¿cómo conocer si duele?
[ sobre la autora ]
Pilar Pampin tiene rulos, dos gatas y un amor exagerado por los duraznos. Escritora compulsiva de diarios íntimos y cuadernos viajeros, hace un año comenzó a gestar Seres Capicúa, su primera colección de poemas. Clarice Lispector le prestó una frase para siempre: “A veces quiero sólo tocar. Después lo que toco a veces florece y los otros pueden tomarlo con las dos manos”.
Contacto: www.facebook.com/pilar.pampin
3 comentarios:
Una escritora traviesa, que conoce todos los detalles. ¡Qué lindo leerla!
Haarrmoso!!! que lindo que compartas esto!! Me encanta leerte :D
"Una vieja cree en el amor
y me alcanza para digerir los malos sueños
para celebrar el comienzo del día" ME ENCANTA
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