Manuel Embalse entrega un disco brillante y certero, ideal para sonreír: Bancatela si te la bancas.

Por Claudio Kobelt 

Bancatela si te la bancas desafía un joven barbón, a dos caras y en cuero, desde la tapa del disco, mientras unas letras verdes desparramadas indican el nombre del desafiante en cuestión: Manuel Embalse. Nada puede anticipar lo que nos espera dentro: alegría y magia pura.

Hola, bienvenidos al Mundo de Embalse, donde los sueños son más que la realidad, y la realidad es más que los sueños.” Comienza saludando el ex – Tostadora Moderna apenas arranca el disco, y acto seguido entrega un álbum alegre pero reflexivo, repleto de baile y melancolía. Calidad pop al máximo.

El primer reflejo ante el ritmo y las melodías será la celebración inmediata, sonrisas y movimiento. Es un disco tan arriba que despierta, mueve y sorprende. Pero con el pasar de las escuchas y al prestar atención a las letras, encontraremos en ellas un lado que aporta una nueva visión y dimensión a la música de Embalse. Melancolía, amor, y mágica cotidianidad en una poesía urbana aparentemente simple pero bellamente construida: “Aprendí a forjar metal /para construir mi armadura/ y así nunca jamás sentir/ dolor, miedo, penas o culpas” dice en “Amar, Quemar, Cosechar” , una de las canciones más bellas de la placa y que junto a “Duna” y “Algas” muestran la cara más romántica (pero romántica bien, con estilo) y sensible del disco.


¿Cómo dejar de extrañar / el lugar que todos hablan / y que yo nunca puede encontrar?” entona en “Hamaca Paraguaya”, que se conecta con “Himno a la calle de piedra”, “Llamándote en llamas” y “Gato en el tractor” (“vivo en un cuento / que nunca jamás se escribió / pero su final me atrapó”) en ese beat alegre y preciso, de fiesta inmediata y de efectiva poesía.

“El miedo es argentino” y “Palmeritas y calor” juegan con el folklore norteño pero con un clima y una lírica únicos. Y Manuel vuelve a hablar para presentar algún tema o en el intermedio, creando así un clima divertido e informal: hay que bailar, basta de vueltas.

Un disco brillante, que lleva en alto la bandera del pop independiente, ese que permite una búsqueda y libera de la repetición de fórmulas, dando lugar a la originalidad y el cambio. Un clima 100% disfrute y energía pop bailable, con letras repletas de nostalgia, humor y amor, con un ritmo contagioso y un sonido resplandeciente, hacen de este álbum un imperdible y un favorito para las encuestas por venir.



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