Azúcar quemado
azúcar marrón

Pequeña lava dulce

Caricias guardadas
en bolsas de alpillera

Te cascotean el alma

Karma con gusto no pica

Silban las ánimas
del ánimus

Comiendo vidrio
sin cortarse la lengua

Paseando al corazón felíz
en carretilla

Soldaditos de plomo
luchando en el recuerdo
la guerra de la infancia

Pequeños dolores cotidianos
como fibras de mango entre los dientes

La lengua del deseo
no sirve para lamerte las heridas

Confites psicoactivos
alterando la percepción

Buscando día tras día
los puntos que coincidan
con las fichas de tu dominó

Sintiendo tu perfume azulado
como el rico olor de la nafta súper

Tatuajes de virgencitas
con tinta de birome

Y tu carnecita roja
y jugosa como una sandía

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