Astrolabio llega desde Mallorca para narrar, con sus canciones, la galaxia y  sus avatares lumínicos.

Por Joel Vargas 

Astrolabio es fiel a su nombre, sus canciones son instrumentos que determinan la posición de las estrellas. Con diez temas a puro Rock Espacial sigue la tradición de la banda más importante del indie español: Los Planetas.

“Astrología” abre el disco debut de los mallorquines, la melodía es envolvente, las guitarras tienen aires neoyorkinos y la voz susurra una historia digna de un Carl Sagan lisérgico. La aventura espacial sigue con  la liberadora "Vegetales" y la crónica del viento de la “Femme Fatale” que “te va enloquecer” con un punteo hipnotizador. Otra pieza crooner es “La Chica Bala", una balada que remite a la banda británica Spacemen 3,  donde confiesan la atracción por una chica atractiva y explosiva.  La trilogía amorosa y oscura se completa con “Flores muertas” y un estribillo que grita “ella está muerta”.

A esta altura del álbum se forma un caleidoscopio sonoro, millones de colores y climas viven en las canciones, que parecieran hechas contra la ley de gravedad, canciones para flotar. Las pruebas de eso: “Infierno Doble” un mantra sonoro con los policías del alma como protagonistas y un final con meteoritos de kraut rock y  "Luz Azul”, que con sus odas hindúes parece la prima menor de “Who Feels Love?” de Oasis.
También hay lugar para el rock de la escuela de la Habitación Roja con “Sr Caballo” y  “Thelema”: guitarras, bajos y baterías nebulosas conviven con letras surrealistas.

El disco termina con la épica  “Debe haber siete niveles”,  una especie de infierno dulce y sonoro, con siete pisos separados unos de otros por una distancia de mil años y una voz que reza: “ya no toco el suelo”.  Definitivamente: Astrolabio hace canciones para flotar.


1 comentarios:

-f osca dijo...

un placer leer una crítica así!

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