Mis pies avanzan por el pasillo
Esquivando mierda en la oscuridad
Al final está ella
me mira
Con una sonrisa clavada en su cara como un gancho
los ojos fijos,
Está inmóvil, parece una fotografía
no me perturba.

El tiempo se ha roto,
Dejamos la idea del tiempo en los bordes de la noche,
Llegué.

Ella prendió dos cigarrillos,
El terreno se acomodaba a nuestro espectáculo,
Nosotras reclinábamos las sillas disponiéndonos al falso rol:
Expectantes.

Ella estaba increíble, su piel parecía estallar,
Cada bocado de aire que entraba en mis pulmones era un bocado de ella.
Quise escribir.

Guardar su cara de gata dura, su olor a alcohol evaporado,
Mezcla a eso, a chivo y cigarro. Fuerte olor.

Me sacó el cuaderno, dijo “basta con esa basura”.
Vi caer mis poemas a la pileta
Me sentí en el agua
Fui la tinta en expansión
Sentí con violencia una puerta cerrarse.
El tiempo cambió.

En la noche espesa había sol.
Nunca lo cuestionamos
más bien permanecimos jugando a esperar.
¿Quién dará el salto?
Nos medimos, disimulamos,
sabemos disimular, como si fuésemos amigas.

Me estimuló tanto que me surgieron sentidos nuevos, pude verme desde arriba, desde el cielo vi sus rulos crecer hasta llegar a mi nariz.
El cuerpo se crispa.

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