Fabricio Algo es un cantautor prolífero, va por su octavo disco en tres años, desmenuza la canción y la vuelve mutante con su voz, que nos recuerda por momentos al Flaco Spinetta y por otros a Gabo Ferro.
Por Joel Vargas
Desde la tapa que ilustra el cd, donde se los ve a Fabricio y a Josefina (baterista, corista y percusionista) enfundados como dos X-Men, leyendo comics de Excalibur y X-Factor, pasando por el nombre del disco, Los mutantes de la casa rodante sin fin, la referencia al mundo Marvel es inevitable.
Este comiquero de ley entrega once canciones sensibles al oído de cualquier mortal. El disco arranca a puro baile con el ritmo de una guitarra inmersa en una marea de bases electrónicas en “Cortina”, sigue con una canción que tiene el nombre de uno los villanos más representativos de los X-Men: “Apocalípsis” y un estribillo que conmueve. Continua con la irónica “No somos snobs” hasta llegar al cuarto track: “Star Segura”, el hit del disco, que empieza con Josefina diciendo: “me molesta que los astrónomos le pongan nombre a las estrellas, ellas se saben su nombre y son libres a la vista de todos” para luego hipnotizar con una letra sencillamente poética. Es una de esas canciones que tarareas días y días en la calle, en el tren y en la ducha. Los temas que siguen son historias “simples” y extensiones de la luz que transmite Fabricio en su canto: “Vacante afectiva” es un pedido de amor a gritos, “Hawaiian tropic” es la confesión de un superhéroe del mar y “Barrefondo” dice algo que parece ser un desahogo: “me da vergüenza lo que hago pero este algo es verdadero esta vez”.
“Josefina en la batería” es un homenaje a la compañía inmensa, como rezan los créditos del disco, de la otra mutante de la casa rodante sin fin: Josefina Alba Posse, que a lo largo del disco aporta coros y percusiones para acompañar la rabiosa calma de Fabricio.
En “Sé” las manos de Algo galopan fuerte en las cuerdas de su guitarra mientras canta “nadie ni nadie te quiere así, nadie ni nadie te entiende así, nadie ni nadie te escucha así porque nadie ni nadie te quiere así”.
“Dicho a la ducha” es un pico de presión espiritual con unas guitarras que marcan la fuerza de la canción. Ideal para bucear dentro de una bañera tántrica.
Fabricio Algo te desnuda con su voz y canta en “180 grados”: “esto lo hago por vos”, ¿cómo no creerle?

2 comentarios:

Cristian Franco dijo...

cuando hay que decirlo hay que decirlo...

estas ondas sónicas son extremadamente recomendables...

josefina albaposse dijo...

es increible hasta donde el ser puede entender a su corazon sin perder la cabeza , fabricio, felicitaciones. el disco me encanta y yo aunque no tenga mucha vocacion de percusionista por no tener estudios, me re alegro de haber podido tocar, simple, con poco tiempo pero creo que fue porductivo y sobretodo divertido. veo frutos lindos de colores brillantes! garcias desde ya a todos y a joel vargas que hizo esta nota increible y tan cierta

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