Un dia mas.Estaba en el centro de la ciudad peleando con el humo y el sonido.De
golpe empece a oir el mar.Silencio de mar.Respiracion de mar.El mar estaba en mi
oido.Era un ritmo tan sereno que lograba desencajarme.El sonido me envolvia,me
encerraba,yo realmente estaba en el agua.El sol derretia los huesos,pero yo estaba
en el agua.
No sabia si estaba quieto o caminaba,lo cierto es que nadaba sin esfuerzo alguno.
Nadaba con la firmeza de un pez,aunque el saberme pez disminuia el encanto de
la experiencia.Porque a mi me gustaria ser pez con todas las letras,pero ni siquiera
una palabra.Un olvido renovado cada segundo.Un viento que no nace en ningun
lado y no va a ningun lado.
Era mucho el calor y empece a tener sed,me detuve en una canilla,gire el grifo y
empece a beber.El primer trago fue inmenso como mi sorpresa,el agua estaba
completamente salada,insisti,segui tomando con la loca idea de que de un momento
a otro el agua ,de alguna manera u otra,aplaque mi sed.Cada trago
significaba la necesidad de diez tragos mas.Estaba enloqueciendo y no era un mito.
Deje de tragar agua y no pude cerrar mas la boca.Empece a correr sin direccion,
la gente se abria asustada,pues aquello iba mas alla de la normalidad soportada.
Corrí hasta caer desmayado.
Insolitamente desperté en una gran playa,el día habia caido ,yo estaba desnudo,
congelado,sediento y casi enloquecido.
Fue bueno no saberme en la ciudad,pero para mi desgracia yo no habia nacido
pez.

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