Devengo marica cursi,
emplumada,
llena de lágrimas de tinta
que no podré chorrear en la carilina.

Devengo en inseguridad encorsetada,
atragantada a la tráquea.

Devengo lugar común,
canción lacrimógena escrita
por el peor de los crooner's 

Devengo castración freuidana
falo parteno capitalista
simposio de lugares comunes
en la tesis con otros hacen
acerca de mi cuerpo.

Devengo rabiosamente triste,
devengo vecina en chancletas,
cantándole a la imagen del televisor.

Devengo puto viejo que pasea
el caniche toy en la única plaza del pueblo.

Devengo nenito al que le dijeron
los primos mas grandes,
que Papá Noel es una farsa.
y llora mientras arranca
el papél glasé de los regalos.


Devengo empleada pública
que cree
que los gritos de los contribuyentes son para ella,
y no para el estado para el que trabaja.

Devengo señora que no puede
ponerse el vestido que quiere.

O puede,
pero no le queda
como en la pulcritud publicitaria
que acaba de ver mientras sacudía
la tarjeta de crédito que le extendió su ex marido.

Devengo loca menemista que compra,
los perfumes del uno a uno y tiene miles,
para no saber jamás cuál era su olor.

Devengo policia que mira
a un pibe chorro con cariño
y entra en contradicción
con los mandatos de su fuerza,
y los griteríos de la clase media
que le pide
que lo amasije a palos,
y no a besos.

Devengo poeta maldito marplatense
que transa
con empleados municipales de dudosa calaña
para que sus versos salgan
en el único periódico del balneario
y le lleguen
los cheques de la secretaría de cultura
por su escrito trash
en torno a la figura de Alfonsina.

Devengo empleado de call center
que putea por lo bajo
a sus superiores
sólo para poder pagarse el alquiler.

Devengo todxs ellxs
soy el devenir de los descartes
soy ese que amalgama lo que otro dicen no ser.

Soy pura epidermis,
pura sangre que ebulle
debajo del vestido con flores
que afané en cáritas
expiando el robo
en el confesionario de la capilla adjunta.

Devengo los intereses de este arqueo
que hago,
con la miseria que puebla el plexo
y siguen sin darme las cuentas.

Devengo cantante de ópera frustrado
que en la ducha maldice
su título de Contador Público Nacional.

1 comentarios:

Jaime Antonio dijo...

MARAVILLOSO! adoro la poesia que lucha contra la heteronormativa!

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