Con meras descripciones.
Sin dueños ni nombres.
Entre los papelitos y los pétalos.
Entre la calle y la historia.
La pirámide que apunta al cielo
me oculta el sol,
me anuncia la lluvia.
Me encuentra insulso, indemne, iluso.
Me refriega la nostalgia, los recuerdos,
los miedos, los augurios.
Los relatos de la Mazorca, de la Falange.
Los libros que ya no cuentan nada.
La pared hecha espejo,
espejo transparente.
Ya no me veo en el reflejo.
Es como si no participara
de las realidades.
Pero sí quiero pedir libreto,
sí quiero bailar esta pieza.
Y aquí, y ahora.
Pánico escénico.
Santos despojados de su nube.
Paganismo y revolución.
En ese aspecto, me cae agua hirviendo desde el cielo.
En ese aspecto, guardo los sueños para la vigilia.
Guardo los anhelos para soñar.
¿Y como interpretar todo esto que esboza poesía?
¿Como percibir lo que atraviesa la materia
y se conecta con mi alma?
Para desmaterializarlo todo,
para que en un simple estado de energía
me permita levantarme
en esta mañana otra vez.

1 comentarios:

Socio del Desierto dijo...

Me cabió, master!

Publicar un comentario