Nos faltan en nuestros brazos que los quieren abrazar, nos faltan sus manos para apretarlas con las nuestras, sus risas para reirnos con ellos, sus lágrimas... nos faltan sus lágrimas y por eso nosotros los tenemos que llorar.

Nos faltan sus gritos para gritar más fuerte, nos faltan las historias que nos querian contar, nos faltan los pedazos de nuestras almas que ellos tenían, nos faltan en el barrio, nos faltan en la casa, nos faltan en el club, nos faltan en la escuela, nos faltan en el trabajo.

Nos faltan en el día y en la noche, nos faltan sus pasos en la calle, nos faltan como falta lo que nos hace falta, nos faltan desde hace tiempo, nos faltan hoy más que nunca, y siempre nos van a faltar.

Son luces apagadas que brillan igual, son el silencio que escuchamos cuando ellos tendrían que hablar, son ausencias que siempre estarán presentes... sus miradas hacia un lado que nunca cerrarán los ojos.

2 comentarios:

. dijo...

no se que decirte, que es hermoso, si, pero escrito con una sensibilidad, q hoy me llega a lastimar
asi estan las cosas

si, es más que hermoso
escribis con el alma, se diria, y yo siento exactamente esto q escribiste

te mando un saludo :)
claudia

Anónimo dijo...

Primo sin palabras me dejas, me re llegoo! es como siempre sos tan justo con tus descripciones o escrituras como quieras llamarlo! pero cuanta verdad esta dicha! Como vos decis Nos faltan, pero siempre estan! es como una fuerte contradiccion aunq la vida! es asi nos quita y nos da! lastima q la felicidad son instantes y la tristeza eterna! Te quierooo Martinchoo
Gime

Publicar un comentario