Cuando Otra vez aburrimiento, la película por la mitad y el final ya sabido.
La leche olvidada afuera de la heladera. De nuevo la leche se corta.
Cuando apatía hacía los objetos
y la tele encendida, anclado el fuego de la soledad en el pecho,
Salí a la calle. La calle es encuentro,
un lugar menos hostil.
Aunque el noticiero diga al revés.

2 comentarios:

Rubén Darío Carrero dijo...

"la soledad en el pecho" como una joroba.
La realidad es tan excesiva: "y la tele encendida".
Yo, desde Venezuela, te leo.

Giordano Malta dijo...

a veces el sentido es más bello cuando se lo encuentra fragmentado, como acá

Publicar un comentario