Siempre admire a la gente de su clase, puede escribir un verso sublime y después de hacerlo come un choripan con una fuerte dosis de chimicurri. Admiro la manera en que deja caer la salsa picante, tiene la soltura de un artista en un viaje estrambótico, salpica partecitas de condimentos en las paredes, en el de enfrente, en mi, hasta que por fin desemboca en su camisa. Puede bidireccionar el trayecto, es muy considerado cuando suelta la parte pesada y aceitosa sobre su cuerpo. “Demasiado chorizo para tan poco pan” reflexiona, admirablemente.
Un muchachito me llama la atención. Interpreta en su piano una sonata de Beethoven, mientras un borracho le acaricia la oreja con una botella de vino. Las manos siguen la sanata, comienzan a irritarse, la cara es una melodía desencajada, contorsiona los ojos, la frente. La boca se estira mostrando los dientes. Los labios se arriman a la imagen pero no hay lugar para ellos, demasiado pelo ocupa el espacio.
El pianista se levanta, le saca la botella al hostigador y le dice ¡¡buuuuu!! el borracho permanece en su lugar, insiste en intentar la hazaña de la botella, el pianista vuelve a asustarlo, el borracho corre a esconderse detrás de un sillón.
Ella juega con su globo en el sillón. También la admiro, tiene 30 años, todavía conserva esa mirada tierna que tanto me sorprende de los pequeños. El globo sube y baja, hay un hombre al lado de Ella, la besa en el cuello, el globo sube y baja.
Sigo mirando la escena, hay mas, puedo describir los espacios vacíos entre las cosas, mezclados con la oscuridad de la penumbra, es un lugar claro pero la mayoría de los artistas no prefiere la luz. Tampoco las malas palabras, lo temas triviales y las mujeres pulposas u hombres bien dotados. A excepción de que sea bohemio o poético el hecho de cogerse una puta tetona o un morocho, apodado el bombero, en un ascensor. Aunque en las galerías siempre hay lugar para el amor y la belleza sin importar tamaño, sexo o color.
-“Todos somos cuadros en movimiento, teatro abierto al que quiera ver, esperamos la mejor escena para hacer una buena actuación o tirar el decorado, lo importante es que te vean” me encanta cuando un personaje ajeno dice algo y nadie lo escucha porque no tiene nombre o no se sabe de donde proviene la voz, igual sus palabras suenan en off hasta el final…”lo importante es que te vean”.

5 comentarios:

uno más dijo...

Con razón no te gustan los finales baratos.
Se nota que te esmeras en que todo te termine bien.
A veces hay cambios de voces que me desenfocan,
pero la fantasía es sucesiva de tus palabras.
Muy bueno.

uno más dijo...

Tu voz/s en los mails me suena mucho mas uniforme pero a muchas cosas:
Presentadora de television
Maestra jardinera
Promotora de servicios
... en fin, muy didactica.

Un abrazo.

Cristian Franco dijo...

querida cronopia... si todo esto pinta tan lindo ya sabés a quién pienso que hay que culpar...

david rojas dijo...

Es la primera vez que te leo y por eso voy a ser sincero y no tirarte flores: ¡me aburrí antes del final y me fuí directo para abajo a dejarte este comentario! Deberías cortar antes, tenés un excelente comienzo, armado con hermosas descripciones pero, repito, al final se afloja el punto y el tejido no queda tan apretadito.
¡Desarrolla la historia del poeta choripanero, por favor!

la prometida del rey de los locos dijo...

y...sos nadia. desbordante de observación.[el día que me hablaste por primera vez fue cuando escuchaste lo que dije y nadie escuchó (salvo vos). siempre sos nadia. siempre hallás un poema, hasta en una hoja de lechuga...

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