Selección de poemas del libro "Cría Bruta" de Camila Corradi (Colectivo Cultural Glauce Baldovin, 2022)
Por Micaela Kessler
collage por @nubelectrica |
I
Ha pasado bastante más de una década
desde que fui amamantada por primera vez.
No he dejado de ser niña.
En el mes cinco de un año oscuro
hirieron la matriz de mamá.
Aún acusa su vientre un corte profundo.
La carne se le abrió
cedió a la orden del deber
se tensaron cada una de las puntadas hasta romperse.
El reposo desconoce su rigor.
La herida latía
mientras yo
succionaba pezón por pezón
hasta llenarme
fragilidad tirana de recién nacido.
Su piel supuraba
paños arrancando restos putrefactos.
No tuvo descanso
ni cuando su cuerpo amenazaba con escupirle las entrañas.
Otras lenguas habrán de lamer la carne desgarrada
mi punto de partida fue el vuelco de su sangre.
II
Nuestra casa fue sin padres ni esposos
cónyuges viriles prendían de nuestros dedos
pero las vulvas estaban clausuradas por Dios.
El poderío no era soberano
no fue liberador.
Los cuerpos desnudos tramaron la danza del sometimiento.
Huí
y con mi huída proliferaron allí los niños y los amantes.
Mi hogar, percudido con fluidos seminales y alaridos,
engendró nuevas generaciones.
Desconocí mi emparentamiento.
III
No he dejado de ser niña
terca, iracunda
corro al nicho donde no llega el calor
para despegarme los huesos y salarme las partes
llorándole a mi padre
su ausencia.
¿Puede un cuerpo
ser puro en su entrega?
¿De qué forma podré vaciar
las mezquindades de mi espíritu?
¿Acaso nuestro amor desarraigará
tras las certezas
su profunda matriz pecaminosa?
No,
nunca nada sabré
por fuera de tus redondas carnosidades.
Agazapado el deseo
desconozco el rostro devuelto por tu mirada
soy una única transparencia
esta voracidad.
La nona se recuesta sobre el mismo colchón
en diciembre las siestas son húmedas.
Su dichoso zaguán se ha convertido
en el cauce de un río putrefacto
sus concavidades desprenden vapores hedorosos.
Lo putrefacto es denso
no encontramos liviandad en la muerte
no hay depuración ni reescritura con el paso del tiempo
sólo restos.
Frutas amohosadas en cestos de mimbre.
Reposan en sus márgenes
las hojas blandas y los troncos caídos.
Lo estanco
desfigura la norma.
Sacralizamos nuestra podredumbre
así fermenta
esta genealogía.
Camila Corradi nació en Río Cuarto, Córdoba, en mayo del 2004. Estudia el Profesorado de Lengua y Literatura en la UNRC. Participa de diferentes talleres literarios y ciclos de poesía locales. En 2022, abrió la colección Guadal, libros-objetos editados por el Colectivo Cultural Glauce Baldovin, con el título “Cría Bruta”. En el 2023 ganó un premio otorgado por el Centro Cultural Kirchner, en el marco del festival ¡Poesía Ya!, dentro de la categoría “Novísimes” (jóvenes de 18 a 24 años). Sus poemas han sido publicados en revistas digitales,plaquetas y fanzines. Es parte del grupo organizador del Festival de Poesía Itinerante y Federal “Sin brújula”.
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