Selección de poemas del libro "Lenguaje de la Bruma" de Lucía Carmona (Falta Envido Ediciones 2019)
A la rioja, mujer-madre de sal
Por tu mapa de luz,
yo
cuántas veces
convertí mi cintura en piedra antigua.
Cuántas veces bebí de tu tristeza
apretando tu sangre entre mis manos
y alguna vez, extraña,
interrumpí tu sed desesperada,
comprendí que una sombra meridiana
cubría tus distancias.
Pero estaban mi cuerpo,
las tormentas de enero, las mañanas
y no encontré tu reino de jarillas
porque la sal bailaba en mi garganta.
En el recto alarido de los álamos
desperté madre-raza
y sentí que la piedra nos procrea
aunque inventen adornos de palabras.
Sentí tu grito duro
para volverte hombre a la esperanza
pero estaban mi sol y mis ladrillos
y te volví la espalda.
Y hoy vuelvo a caminarte
de la paloma-madre
que me buscó descalza
hasta la mujer-luna que hoy me enfrenta
y se lleva quebrado mi rechazo.
Y estabas tú,
blanca de sal mayor, de zondas palpitantes,
estabas tú y yo amaba
tu hambre antigua y amarga
tu nocturna guitarra.
Te encendías en palmeras, te apagabas en sales,
eras hembra de desiertos
y virgen de quebradas.
Eras mujer
con pelo de retama
y cuerpo de torcazas.
Yo te adoraba, Madre
y te sigo buscando…
...
De los largos viajes
Qué tienen esos pueblos del silencio:
un hombre transmutado,
un cielo inmóvil,
algo ardiendo en el fondo de las calles.
Una sumisa alquimia
desde la eternidad
hasta los partos.
Algo que viaja desde el silencio,
un alud de sonido muerto en el gesto,
una silueta que es ramaje sin savia
y un árbol que percibe la tarde
y se desangra.
La pareja está intacta
porque recrea el juego eterno,
amar, gozar y procrear la muerte
pero existen las sienes
avizorando a Cristo en el declive
y al agua inexorable.
Tal vez esa dulzura de patios
dibuja las señales.
Alguien que mira desde el cielo
es solo eso:
un hombre en invasiones
de vigilia y de sueño.
Acontecerme
Sucederme.
Despojarme las auras
para caber en otros
como el hijo en el vientre
de una madre infinita.
Templar el tiempo del sopor
hasta tejer las redes
las diáfanas urdimbre del incendio
y ser
tan simplemente
el pan junto a la boca
y la tierra en las manos.
Una mujer en los socorros,
una mujer
nodriza en el desierto
y dormida en el agua.
Mutación en el aire
Primera hora del viento,
deben haber mutado
los antiguos nudos de las ramas.
Hoy, sopla desde otro ángulo,
aquel de los rostros pálidos
que nunca sabemos
a qué distancia
se vuelven translúcidos.
| Sobre la autora |
Lucía Carmona nació en Chilecito, La Rioja. Dedicó su vida a la docencia y a la poesía. Publicó al día de hoy trece libros de poesía: Hacia una tierra oscura, Miserere, Las infinitas palabras, Después de los andenes, Y Dios entre los páramos, Poesía 1967-1987 (Premio Faja de Honor de la S.A.D.E. 1988), Por el corazón de la tierra, Pueblos de la memoria, Tiempos de la casa, El tiempo y otros poemas, Antología poética, Flores sobre la herida y Raíz de extraño árbol. Obtuvo el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía y el Premio Esteban Echeverría de la Asociación Gente de Letras, entre otros. Dirigió talleres literarios por más de veinte años. Llevó su poesía a encuentros y congresos en todo el país, a países limítrofes y a Cuba en forma permanente. Integra, con su publicación Regresos, la colección Summa Poética de la Editorial Vinciguerra.
| Más sobre la editorial |
Instagram: @faltaenvidoediciones
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