poesía: Lucía Carmona

Selección de poemas del libro "Lenguaje de la Bruma" de Lucía Carmona (Falta Envido Ediciones 2019)

por Micaela Kessler






A la rioja, mujer-madre de sal


Por tu mapa de luz, 

yo 

cuántas veces

convertí mi cintura en piedra antigua.

Cuántas veces bebí de tu tristeza 

apretando tu sangre entre mis manos 

y alguna vez, extraña, 

interrumpí tu sed desesperada, 

comprendí que una sombra meridiana 

cubría tus distancias.


Pero estaban mi cuerpo, 

las tormentas de enero, las mañanas 

y no encontré tu reino de jarillas 

porque la sal bailaba en mi garganta.


En el recto alarido de los álamos 

desperté madre-raza 

y sentí que la piedra nos procrea 

aunque inventen adornos de palabras. 

Sentí tu grito duro 

para volverte hombre a la esperanza 

pero estaban mi sol y mis ladrillos 

y te volví la espalda.


Y hoy vuelvo a caminarte 

de la paloma-madre 

que me buscó descalza 

hasta la mujer-luna que hoy me enfrenta 

y se lleva quebrado mi rechazo.


Y estabas tú, 

blanca de sal mayor, de zondas palpitantes, 

estabas tú y yo amaba 

tu hambre antigua y amarga 

tu nocturna guitarra.


Te encendías en palmeras, te apagabas en sales, 

eras hembra de desiertos 

y virgen de quebradas. 

Eras mujer 

con pelo de retama 

y cuerpo de torcazas. 

Yo te adoraba, Madre 

y te sigo buscando…

...


De los largos viajes


Qué tienen esos pueblos del silencio: 

un hombre transmutado, 

un cielo inmóvil, 

algo ardiendo en el fondo de las calles. 

Una sumisa alquimia 

desde la eternidad 

hasta los partos.


Algo que viaja desde el silencio, 

un alud de sonido muerto en el gesto, 

una silueta que es ramaje sin savia 

y un árbol que percibe la tarde 

y se desangra.


La pareja está intacta 

porque recrea el juego eterno, 

amar, gozar y procrear la muerte 

pero existen las sienes 

avizorando a Cristo en el declive 

y al agua inexorable.


Tal vez esa dulzura de patios 

dibuja las señales.

Alguien que mira desde el cielo 

es solo eso: 

un hombre en invasiones 

de vigilia y de sueño.


...


Acontecerme


Sucederme.

Despojarme las auras

para caber en otros 

como el hijo en el vientre

de una madre infinita.

Templar el tiempo del sopor

hasta tejer las redes

las diáfanas urdimbre del incendio

y ser

tan simplemente 

el pan junto a la boca

y la tierra en las manos.

Una mujer en los socorros,

una mujer 

nodriza en el desierto

y dormida en el agua.


...


Mutación en el aire


Primera hora del viento,

deben haber mutado

los antiguos nudos de las ramas.

Hoy, sopla desde otro ángulo,

aquel de los rostros pálidos 

que nunca sabemos 

a qué distancia 

se vuelven translúcidos.





| Sobre la autora |


Lucía Carmona nació en Chilecito, La Rioja. Dedicó su vida a la docencia y a la poesía. Publicó al día de hoy trece libros de poesía: Hacia una tierra oscura, Miserere, Las infinitas palabras, Después de los andenes, Y Dios entre los páramos, Poesía 1967-1987 (Premio Faja de Honor de la S.A.D.E. 1988), Por el corazón de la tierra, Pueblos de la memoria, Tiempos de la casa, El tiempo y otros poemas, Antología poética, Flores sobre la herida y Raíz de extraño árbol. Obtuvo el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía y el Premio Esteban Echeverría de la Asociación Gente de Letras, entre otros. Dirigió talleres literarios por más de veinte años. Llevó su poesía a encuentros y congresos en todo el país, a países limítrofes y a Cuba en forma permanente. Integra, con su publicación Regresos, la colección Summa Poética de la Editorial Vinciguerra.


| Más sobre la editorial |

Instagram: @faltaenvidoediciones


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