¿Comerán carroña?
¿se arrodillarán?
¿esperarán la hostia
en la boca?
¿se saciarán entre
tus piernas?
¿beberán en arroyos
tranquilos?
¿me sobarán 
la carne?
¿caminarán por el mar
mis poemas
para ahogarse?

... 

Hoy
que fumo
con las manos entumecidas
en blancas habitaciones de hospital
y una sombra
me vació con su pico
los ojos.
Hoy que los días
corren sin sentido
como caballos ciegos
Todavía tu cuerpo se abre
como una vía negra,
que voy pateando
para llegar.

... 

Esta manera de preguntar por vos
se siente a veces
como comerciar con moneda falsa
como pagarle al tipo del Cementerio de Chacarita
para que no te pasen a los nichos.
Tiene que haber un
nombre para esta sobrevida negra que
te compro,
como esos nombres de los hoteles viejos.
Algo parecido a "paraíso".
... 


Si tuviera otro rostro,
suave
firme
conquistador
Y si tuviera otras manos
más blancas
más amables
más
asesinas
podría, como vos, creer
que el placer tiene un nombre
que sólo se puede escribir
con un pucho
sobre la piel
de lo que se ama
Pensaría
a lo mejor como vos
que se puede falsificar
los hechos,
la vida
de todos
y de todas las cosas.
Trataría, 
como vos
de gobernar
sobre los muertos.

... 

40 minutos
arrinconado
en una pensión
en Barracas
Cuando se le acabó
el papel
la única arma que había
conocido
escribió en su cuerpo
una carta desesperada
Cuando cayó al río
no hizo ruido,
apenas salpicó
un poco de
agua embarrada
Pero toda la semana
la ciudad se despertó
por un ruido
como de teclas en la noche
... 

En Buenos Aires,
a cualquier hora, 
viajando en colectivo
o caminando debajo de los toldos,
los porteños no ven pasar
palomas formadas en
cuadrillas,
triángulos,
y las más variadas
estrellas
de punta plana.
Cuando era chico imaginaba
que todo esto tenía algo que ver
con El Palomar,
ese distrito
que no podía dejar de pensar
como un altísimo edificio
de jaulas de estaño,
cautividad frágil.
Una ciudad siempre amenazada,
porque 
no había duda,
algún día la jaula 
que subía oscura hasta el sol
se iba a dejar de sostener
y un ejército silencioso de palomas,
formadas en
cuadrillas,
triángulos,
o en una estrella
de punta plana
que nadie ve pasar
lloverían mierda,
blanquísima y pura,
hasta enterrar para siempre
nuestra casa
y todas 
las rutinas.


| Sobre el autor


Soy Marco Ceccardi Pons. Nací en Haedo en 1988. Soy Antropólogo y poeta, cuentista pero eso todavía fuera de la vista.

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