Fantasmagórica bruma de la ciudad.
No temo por tus aires buenos.
Sólo porque te estás deshidratando.

Busco algo de miel entre tanta arena
y sólo encuentro un refugio soberano.

Acércate a mi dulce resplandor
qué nada olvidable va a pasarte.
Deja que enamore tu color,
y formemos un prisma

plateado

plat

filidecente contemplatario
bucoliante y solumínico.

Volá
Y volá bien lejos,
donde nadie pueda verte.
Y ahí gritá, gritá con tus uñas,
con tus raíces y clavos espinas

Quizás después yo quiera mirarte
y encontrar en tu boca todos los peces.

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